Los mensajes, que también recordarán a los jugadores cuánto tiempo han jugado en una máquina tragamonedas, interrumpirán el juego durante 15 segundos, de acuerdo a una declaración del Departamento de Asuntos Internos. Las advertencias aparecerán en intervalos de un máximo de 30 minutos.
El gobierno de Nueva Zelanda está incrementando las restricciones al juego porque afirma que el 2,5 por ciento de la población tiene problemas de adicción al mismo, y contribuye con alrededor de USD 1,4 mil millones en pérdidas anuales relacionadas con el juego.