Anunciando el marco de la Ley Habilitante (LH), Chávez anunció, entre otras medidas, la eliminación de los bingos y casinos, algo que anteriormente nunca había sido mencionado por el Primer Mandatario hasta este momento.
La Asamblea Nacional debe resolver los impuestos al juego para casinos y máquinas tragamonedas, y el temor existente entre los operadores luego de este anuncio es que las medidas a las que se refiere Chávez podrían ser las astronómicas tasas propuestas por la legisladora Hiroshima Bravo.
En agosto del 2006, Bravo propuso que las tragamonedas deberían llevar una alícuota entre 150 y 250 unidades tributarias por cada máquina incorporada en la explotación de casinos y bingos, lo que representa entre U$S 1.890 y U$S 3.150.
Según este criterio, los impuestos a las máquinas tragamonedas significarían que estas deberán pagar entre U$S 63 y U$S 105 por día por máquina.