Las ciuidades de Ceuta y Melilla se están transformando en un paraíso para las casas de apuestas deportivas que operan en España, por la inminente puesta en funcionamiento del Real Decreto que prohíbe la publicidad del sector, el patrocinio de equipos deportivos y demás restricciones a la industria. El éxodo que comenzó hace dos años con la Ley 6/2018, que redujo la carga fiscal a las empresas del sector en un 50%, se está consolidando a pasos agigantados. Ya hay 26 compañías del rubro en estos lugares, y muchas otras en camino a establecerse allí.
Betfred, 888, Luckia, Gamesys, Sportium, Playtech y Suertia, entre otras, son las firmas que ya están instaladas en la región, en un año donde la pandemia generó mucho movimiento y mejoró sus ganancias en un 20% aproximadamente.
Según registró El Confidencial Autonómico, en la actualida estas empresas generan 230 empleos directos, pero las perspectivas son de muchoas más, ya que en los próximos meses se sumarían Bet365 y Bwin a la lista.
En España la industria del juego genera un 0,8% del PIB, 85 mil empleos directos y 175 mil indirectos. Ante estos números, y las declaraciones del director general de Ordenación del Juego, Mikel Arana, quien aseguró que no había un problema de salud vinculado al sector, se torna evidente que detrás de esta persecución, se esconden intenciones electoral y demagógicas de muchos representantes políticos.
Por ahora, las principales beneficiadas de este éxodo son las ciudades de Ceuta y Melilla, pero mientras más se profundice, será algo que los mismos ciudadanos van a poder constatar, ya que el trabajo y los impuestos que dejen en el fisco, significarán prosperidad para la región.