La Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires compartió un nuevo estudio que reveló que uno de cada 4 jóvenes ha realizado apuestas online al menos una vez. La encuesta se realizó a 2.765 estudiantes de entre 12 y 19 años de 25 colegios públicos y privados de la capital argentina entre julio y septiembre de este año.
De acuerdo al informe titulado “Adolescentes y apuesta online. Diagnóstico sobre un fenómeno que trasciende el entorno digital”, las apuestas virtuales afectan al 24% de los estudiantes secundarios de la ciudad. Los varones son quienes más juegan, un 71% entre quienes lo hicieron, mientras que las chicas representan el 25%. Por su parte, el 47% de los jóvenes hace apuestas desde su hogar, lo que abre el debate sobre la responsabilidad de las familias.
La encuesta también indicó que en la pregunta abierta sobre las motivaciones para apostar la razón más elegida fue “ganar plata”. De hecho, el 67% de los comentarios analizados refieren a este motivo. Los estudiantes ven a la apuesta como una manera rápida y sencilla de tener ingresos, lo que les permite acceder a productos, salidas o incluso a una forma de autonomía económica. Por otro lado, un 25% de las respuestas indican que lo hacen para entretenerse.
A su vez, mientras que un 39% de los encuestados no sabe si juega en lugares oficiales o no, entre quienes sí lo conocen, un 36% dice hacerlo en plataformas oficiales, pese a que la legislación en la Ciudad de Buenos Aires dice que solo pueden participar de este tipo de juego las personas mayores de 18 años y aunque existen diferentes campañas para restringir las apuestas. Las ilegales, en tanto, se ubicaron en tercer lugar con el 24%. Es decir, del total de quienes pueden identificar el tipo de plataforma en la que apuestan, el 60% afirmó utilizar sitios ilegales, frente a un 40% que reconoció hacerlo en plataformas ilegales.
Existe, además, una marcada tendencia en relación con la edad: a medida que los estudiantes avanzan en su recorrido escolar, la participación en apuestas online aumenta. Así, mientras que sólo el 13% de los chicos de primer año ha apostado, este porcentaje se duplica y entre los cursantes de quinto año el porcentaje de jugadores digitales ya alcanza al 30%.
El dato más preocupante es que el 13,1% de quienes apuestan habitualmente encuentra muy o bastante difícil detenerse, independientemente de si están ganando o perdiendo.
Por otro lado, el estudio advirtió que, si bien la escuela ha funcionado como un ámbito de alerta temprana sobre esta problemática, no es el principal lugar donde los adolescentes apuestan dado que menos del 10% indicó hacerlo allí, mientras que un 47,9% dijo que fue en su casa.
En cuanto a las preferencias de juego, marcan que los casinos virtuales son los más elegidos (48%), seguidos por las apuestas deportivas (32%) que están limitadas por el tiempo, ya que solo pueden realizarse durante una competencia.
También se observó un fuerte componente social en esta actividad: el 39% de los estudiantes prefiere apostar en grupo. Y ante la pregunta sobre cómo conocieron las plataformas de apuestas online, el 60% contestó que accedió a través de amigos o conocidos, mientras que solo el 19% lo hizo a través del consejo de influencers.
Según el análisis del informe, el creciente fenómeno de las apuestas online entre adolescentes es transversal y no hallaron diferencias significativas por los niveles socioeconómicos de los estudiantes, el tipo de escuelas a la que asisten –privada o pública– o la zona geográfica dónde viven.
María Rosa Muiño, la defensora del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, comentó sobre los resultados de la encuesta: “Creo que en algunos casos hay un problema de ejecución, de falta de control, de seguimiento del Estado. El oficialismo armó un caminito discursivo que después apoya con los hechos: habilita que los menores de 13 años operen en bolsa, están discutiendo la baja de la edad de imputabilidad, están poniendo en discusión si los niños en vez de ir al colegio tienen que poder elegir ir a trabajar. Están construyendo un adolescente-adulto, un niño-adulto que tiene que generar recursos para sí mismo, para la familia, para lo que fuere”.
“Nosotros entendemos que hay un problema y le queremos sugerir al Estado, después de un estudio serio, con un montón de elementos y herramientas, un posible rumbo. Y el discurso oficial más importante va en sentido contrario”, subrayó.
“Otro dato importante y es el espíritu con el que nosotros trabajamos es que no es difícil ir a preguntarle a los chicos. El gobierno de la ciudad podría haberlo hecho y hubieran tenido una muestra mucho más grande que la nuestra, antes de tomar decisiones de política pública sin datos. Nosotros, como ellos, trabajamos con supuestos, la diferencia en este caso es que fuimos a buscar los datos que nos dieran la razón o que nos sacaran del error en todo caso”, afirmó Muiño y agregó que están trabajando en una campaña dirigida a las familias.
Para abordar esta problemática, el Gobierno de Jorge Macri ya ha implementado varias medidas: reguló el uso de los teléfonos celulares en las escuelas, intimó a influencers por identificarlos como promotores de plataformas de apuestas ilegales y cerró la inscripción a nuevas licencias para operadores.