El Consejo Empresarial del Juego Privado en España (CeJuego) presentó “Juego y Sociedad 2024”, un informe anual que detalla los hábitos de la población con respecto al juego presencial, incluidos loterías, casinos, bingos y apuestas deportivas, y que indica que la gran mayoría de los españoles consumen alguna modalidad de juego.
Según el director general de CeJuego, Alejandro Landaluce, el estudio “está en sintonía con los datos del Ministerio de Sanidad y con ediciones anteriores de estos informes y nos revelan una realidad bastante simple: los españoles tienen una relación equilibrada y de entretenimiento con el juego, aunque esto pueda sorprender a algunos”.
En esta línea, advirtió que no hay un problema de adicción generalizada al juego, “ni mucho menos una epidemia como se quiere hacer creer desde algunos ámbitos”, en tanto que España está entre los países con menor tasa de juego problemático con un riesgo estable en torno al 0,2%.
El informe elaborado por el doctor en Sociología, José Antonio Gómez Yáñez, demuestra que la práctica del juego en España continúa siendo una de las actividades de ocio más populares y culturalmente arraigadas, con un 85,5% de los españoles entre 18 y 75 años participando en alguna modalidad de juego en 2023, equivalente a 29,6 millones de personas.
José Antonio Gómez Yáñez
Por otro lado, el estudio revela que el sector ha recuperado los niveles prepandemia e incluso muestra un crecimiento sostenido en términos de participación y generación económica. Durante 2020, debido al cierre temporal de locales y la restricción de actividades de ocio, el porcentaje de participación cayó al 80,9%. Sin embargo, la recuperación ha sido constante: en 2021, el índice de participación ascendió a 82,4%, en 2022 aumentó a 83,9%, y en 2023 alcanzó el 85,5%.
A pesar de la amplia participación, el 15% de los españoles entre 18 y 75 años no participa en ninguna forma de juego. Las razones son variadas y van desde la aversión personal hasta factores ideológicos, religiosos y económicos. De acuerdo al informe, este grupo de no-jugadores se caracteriza en gran parte por residir en hogares con dificultades económicas, reflejando así una relación entre el poder adquisitivo y la participación en actividades de ocio.
Además, los jóvenes menores de 25 años muestran una menor tasa de participación en el juego en comparación con otros grupos de edad, lo que contradice el estereotipo de que el juego es más atractivo para las generaciones más jóvenes.
El juego tiene en España 42,5 millones de clientes, de los cuales 25,9 son de SELAE. Ya sea en juego privado o público, la mayoría de los españoles juega.
— CEJUEGO (@CeJuego) December 17, 2024
Por otro lado, los datos muestran que, en promedio, los hombres tienden a participar más en juegos de azar que las mujeres, y las personas con mayor estabilidad económica también participan más activamente. Estos datos sugieren que el juego en España no es una actividad homogénea; las preferencias y la participación están profundamente influenciadas por factores sociales, económicos y culturales que definen distintos perfiles de jugador.
Dentro de las distintas modalidades de juego, los casinos, las apuestas deportivas y los salones de juego representaron el 17,9% de la participación total en 2023, lo cual equivale a 6,2 millones de personas. Este tipo de juego es considerado por los jugadores como una forma de ocio que no promete grandes premios, sino que ofrece una experiencia de entretenimiento a cambio de una inversión económica controlada.
Por su parte, las loterías nacionales, especialmente la Lotería de Navidad, destacan por su popularidad. En 2023, el 74,9% de la población participó en este sorteo. La Lotería de Navidad es un evento que refuerza los lazos sociales y comunitarios, pues es común que los españoles compartan boletos con familiares, amigos o compañeros de trabajo, lo que convierte el juego en una actividad colectiva que fomenta la cohesión social.
En 2023, el juego privado generó más de EUR 1.700 millones en impuestos, superando en 1.000 millones al juego público. Este aporte económico totalizó EUR 2.580 millones, los cuales contribuyen a financiar servicios y programas públicos en el país.
El juego privado aporta más de 1.700 mill. de euros, 1.000 más que el juego público. El dato que no esperabas encontrarte una tarde cualquier haciendo scroll en Twitter. 😉
— CEJUEGO (@CeJuego) December 17, 2024
En cuanto a la generación de empleo, el sector del juego emplea a un total de 183.000 personas, un aumento del 27,1% desde 2014. Esto incluye tanto empleos directos en casinos, bingos y apuestas deportivas, como empleos indirectos en sectores relacionados. Las máquinas recreativas en bares y establecimientos de hostelería, por ejemplo, sostienen 39.000 empleos, representando un apoyo importante para el sector hostelero.
El gasto en juegos de azar en España también ha mostrado un repunte tras la pandemia. En 2023, el gasto en productos de la ONCE y SELAE (loterías, primitivas, quinielas, etc.) fue de EUR 144,3 por persona, mientras que el gasto en juego privado alcanzó los EUR 164,4 por habitante. Comparado con 2019, esto representa un aumento del 7% en productos de juego público y un 1,3% en juego privado.
Por otro lado, el impacto fiscal del sector del juego permite financiar servicios esenciales y proyectos sociales. Por ejemplo, los ingresos generados para las arcas públicas por el juego privado (EUR 1.786 millones) son equivalentes al costo de 14.656 trasplantes de corazón o 47.751 trasplantes de riñón en el sistema de salud público. Además, esta contribución permite sostener miles de días de internamiento en la sanidad pública y apoyar programas de rehabilitación y reintegración laboral en distintas regiones de España.
Según el estudio, esto demuestra que el juego, más allá de ser una fuente de entretenimiento, se ha convertido en una herramienta para el desarrollo social y económico. Alrededor del 0,74% del PIB de España proviene de esta industria, lo que refuerza la importancia de su papel en la economía nacional.