El pleno de la Asamblea Nacional de Panamá aprobó este miércoles en tercer debate el proyecto 621 que modifica artículos de la Ley 51 de 27 de diciembre de 2005 e incrementa las pensiones a los jubilados y pensionados, cuyo monto sea inferior a los USD 1.500 mensuales, a partir del 1 de enero de 2019.
Los diputados panameños argumentaron la necesidad de que se otorguen los aumentos proporcionales, en función del monto de las pensiones que reciben actualmente.
Las fuentes de financiamientos para obtener este aumento provendrán del 5% de las ganancias netas anuales de las máquinas tragamonedas y centros de apuestas en casinos y salas de juego de todo el país, y el 7% del monto de las remesas enviadas al exterior.
También se establece que, de lo recaudado en el impuesto selectivo al consumo de cervezas, se adicionará 20% al régimen de Invalidez, Vejez y Muerte de la CSS, el 5 % al Instituto Panameño de Deportes, otro 5% al Instituto de Salud Mental para el Centro de Estudio y Tratamiento de Adicciones y el 20% a los aumentos establecidos en esta Ley.
El proyecto de ley también establece que los aumentos a las jubilaciones sea revisado cada dos años. Ahora deberá ser enviado al Órgano Ejecutivo para que sea aprobado o rechazado. Los diputados instaron al Ejecutivo a que no espere para proceder con la sanción.
Consultado por Yogonet sobre el nuevo impuesto al sector del juego, Antonio Alfaro, presidente de la Asociación de Administradores de Juegos de Azar (Asaja), se mostró en contra de la decisión legislativa, al afirmar que fue aprobada “a la carrera sin ningún estudio económico o social que la respalde”.
“Le tocará al Ejecutivo enmendar y vetar la ley, porque se establece un nuevo impuesto que es ilegal e inconstitucional pues no se siguieron los pasos que la ley y la constitución exigen. Un ataque más a la seguridad jurídica de este país”, concluyó Alfaro.
Días atrás, el dirigente había advertido que el impuesto de 5,5% que impuso el Gobierno en 2015 para financiar el incremento salarial a los jubilados y pensionados alejó a los turistas y grandes apostadores, y que las limitaciones bancarias sobre el sector también alejaron a clientes extranjeros. Una situación que derivó en la pérdida de más de 6 mil puestos de trabajo en el sector durante los últimos tres años.