La empresa promotora había comunicado al Ayuntamiento de la jurisdicción perteneciente a Islas Baleares que iban a realizar obras de acondicionamiento destinadas a convertir el local en una sala de juego.
Sin embargo, los técnicos municipales comprobaron que el solar en que se ubica este edificio no es apto para este tipo de establecimientos, por lo que se emitió una orden de paralización de los trabajos, en el caso de que éstos hubieran comenzado, según confirmaron este lunes fuentes municipales recogidas por Diario de Ibiza.
Según el Plan General de Ordenación Urbana de Sant Antoni actualmente en vigencia, el terreno en cuestión está clasificado como urbano y tiene la calificación de Extensiva D, donde “no se contempla este tipo de usos”, señalaron las mismas fuentes.
La posibilidad de que se abriera una sala de juegos de azar en Sant Rafel, a escasa distancia de un colegio público, había generado inquietud entre los vecinos de la zona, a partir de la inducción a la ludopatía que puede llegar a suponer este tipo de entretenimiento.
En la actualidad, hay dos salones de juego abiertos en el municipio de Sant Antoni, ambos en el interior del núcleo urbano. No obstante, aparte de estos dos y del que se intentó abrir en Sant Rafel, hay otro más en trámite, también en el centro urbano. El Ayuntamiento de Sant Antoni aún no adoptó ninguna decisión sobre esta última solicitud, que sigue su curso, según una portavoz del equipo de gobierno.