Javier Balbuena, exregulador de Paraguay

Un día de Cumbre con enfoque en el desarrollo

"Como muchos lo han afirmado en la Cumbre, la regulación es un proceso continuo que no inicia ni termina en la gestión de las actuales autoridades", destacó Balbuena.

Javier Balbuena, expresidente de la Comisión Nacional de Juegos (Conajzar) de Paraguay y exdirectivo de la Corporación Iberoamericana de Loterías y Apuestas de Estado (Cibelae), lanzó el blog Regulación y negocios de juegos de azar, mediante el cual ofrece al público profesional del rubro comentarios acerca de los avances y la problemática regulatoria en la región iberoamericana.

20-05-2019
Tiempo de lectura 5:08 min
En el marco de la sexta Cumbre Iberoamericana de Juegos de Azar, realizada en la ciudad de Lima, se han desarrollo una variedad de temas de actualidad que hacen a la actividad lúdica. Esto nos hace recordar la exigente dinámica que se requiere para poder interactuar con todos los sectores y actores que trabajan, venden y producen en este rubro.

La gran mayoría de las jornadas de capacitación realizadas a lo largo y ancho de Iberoamérica tienen como primer objetivo la realización de charlas, conferencias, mesas redondas, donde los expositores y panelistas presentan los avances de sus respectivas empresas o instituciones. La exposición de los reguladores iberoamericanos es hasta hoy uno de los bloques de mayor atención dentro del auditorio. Sin embargo, no se puede perder de vista que últimamente la posibilidad de poder interactuar entre todos en un mismo lugar es un detalle atrayente.

La determinación de los objetivos de cada encuentro de capacitación es primordial para alcanzar el éxito deseado: la calidad de los asistentes merece la mejor presentación de expositores. En el caso de la Cumbre, se han abordado temas de gran interés, y algunos disertantes han llamado más la atención que otros. Por eso quedaron algunas notas rdestacadas de las cuales nos ocupamos en este artículo.

El rubro de los juegos de azar posee tantas aristas, que deben ser atendidas en tiempo y forma para elevar su posicionamiento social y que siga siendo comercialmente atractivo. Es necesario que el sector público y privado busquen mecanismos de conexión donde puedan interactuar y complementarse. Mantener la distancia entre ambos sectores es un mito que no permite reaccionar ante las situacioness emergentes que surgen cada día. Muchas veces el Estado llega lento o tarde en el desarrollo de soluciones a las ingentes innovaciones y nuevas tendencias lúdicas.

Debemos asumir que la realidad la tienen los fabricantes, los operadores, los certificadores y hasta los vendedores, y es con ellos que los reguladores tienen que considerar tener una alianza estratégica. Por supuesto, sin sobrepasar los límites de la ética y la transparencia.

Éste es un negocio que va a perdurar por mucho tiempo más, por lo tanto la cohesión entre los sectores debe darse con el objeto de complementar los mecanismos, valores y aptitudes que cada uno tiene. Es primordial que el clima de negocios e innovación sea desarrollado dinámicamente, solo así aparecerán las inversiones. Nadie invierte para perder dinero.

Algunos reguladores han alcanzado un grado de desarrollo interesante en los últimos años, y dejaron de preocuparse por cuestiones básicas que hacen a la esencia regulatoria. Hoy desean enfocarse en situaciones más complejas y actuales que a la larga si no se ocupan de ello serán en breve temas candentes y se convertirán en grandes problemas regulatorios, es decir; van dando unos pasos delante de aquellas instituciones que aún siguen en un largo letargo regulatorio. Dicho esto, es significativo mencionar que referentes de distintos sectores han manifestado la necesidad que los organismos de juegos de azar trabajen coordinadamente y acuerden criterios y estándares únicos para enfrentar los diferentes desafíos.

Ninguna institución reguladora puede afirmar que lo ha regulado todo. Como muchos lo han afirmado en la Cumbre, la regulación es un proceso continuo que no inicia ni termina en la gestión de las actuales autoridades, debe tener continuidad traspasando los limites de cada administración, siguiendo una linea institucional que aplique una política de estado en materia regulatoria.

Aun asi, después de haber regulado la mayoría de los juegos, inclusive el online no se ha cumplido totalmente la misión institucional. El reto permanente ayudará a ir avanzando en la regulación de otras actividades que hacen al entorno de esta actividad. En esa linea de pensamiento, algunos reguladores han abordado el estudio de proyectos que regulen la publicidad en sus respectivas jurisdiccciones. La aparición de nuevos formatos y modalidades son el desafio del rubro debido a que problamentente tengan un atractivo comercial y sea aceptado por los potenciales usuarios. Sin embargo, existe una gran dificultad jurídica para poder incorporarlos al mercado. Probablemente, no sabemos si conocemos todas las modalidades de juegos de azar, situación que genera preocupación en el rubro.

Pocos países han entendido la necesidad de contar con legislaciones flexibles que faculten a sus administraciones a reglamentar nuevos formatos o modalidades de juegos de azar. Hoy comparten esta dificultad la mayoría de las regulaciones de Iberoamérica.

Desarrollar regulaciones no es una tarea estática y de un solo acto. Es estar al tanto de las situaciones sociales y comerciales que se desarrollan en torno al juego. Por eso regular el juego online es un desafio para todo regulador. Sin embargo, disertantes de la Cumbre han manifestado que regularlo es una gran oportunidad de avanzar. Formalizar toda la variedad lúdica fortalecerá la economía y los ingresos tributarios de la jurisdicción afectada, debido que se percibirán impuestos que anteriormente no se cobraban.

Las regulaciones deben contener parámetros prioritarios que protejan a los menores y eviten su participación en los mismos, y sobre la misma premisa enfocarse en la deteminacion de una politica de estado que evite tener una sociedad enferma de ludoptía.

Una mirada global al mercado lúdico puede traer como consecencia importantes afirmaciones que quizás nos lleven a un nivel de entendieminto que afirme la teoría que no se están haciendo los esfuerzos necesarios para fortalecer éste rubro mal visto por la sociedad; pues debemos partir de la premisa que cualquier intento regulatorio no siempre es bien considerado. Esto ocurre porque pocos son los reguladores que promueven campañas de concienciación sobre la importancia de la regulación. Existe un descuido casi planificado acerca de la socializacion de las actividades de orden social que se realizan con los recursos provenientes del juego. Se cree que si se comunica eficientemente la tarea regulatoria y el uso de los recursos se tendría un escenario mas favorable que propicie el avance del sector, incluso contando con el consentiemiento de la ciudadania; pero si no comunicamos estamos destinados a ser mal vistos, con escasa reputación y sin posibilidad de redención.

Parece contradictorio, pero aparentemente el juego cuenta con mejor prestigio en lugares no regulados y lo pierde a medida que se intenta regular la actividad, lo cierto es que el déficit comunicacional efecta notablemente el tema reputacional del rubro. Aún con todos los esfuerzos realizados existen jurisdicciones que aún no tienen regulacion específica que establezca normas regulatorias ante el avance de los diferentes juegos.

Por todo lo dicho resulta por demás interesante lo mencionado por Luis Gama, quien ejerce la presidencia de la Coporacion Iberoamericana de Loterías y Apuestas de Estado (Cibelae) al mencionar enfáticamente que "los reguladores hacen lo posible, pero no lo deseado", dando a entener que si bien hay gestión institucional en la mayoría de las instituciones reguladoras, en algunas quizas más que otras, aún falta mucho por realizar porque la cuestion principal en el rubro lúdico radica que existe una dinámica y movimiento constante en el aspecto técnico y comercial. Y, ante dicha sitaución la regulación debe caminar hacia lo deseado y avanzar a una velocidad distinta a la actual, reconociendo además que para ello se requiere de una política de Estado que claramente los obligue a mejorar cada dia su gestión y por supuesto se necesita la firme convicción de cumplir con el rol exigido.

Al final de este artículo, luego de largas horas de capacitación y debate podemos concluir coincidentemente con lo aseverado por el anfitrión del evento, el ingeniero Manuel San Román al decir que "lo peor es prohibir el juego, mejor lo regulamos y lo controlamos", expresión por demás clara y definitiva, que no requiere de mayor explicación.

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