Al ser consultado por el diario Ámbito Financiero, sobre el balance de las obras llevadas adelante para la remodelación de la sala, Langer señala: “Estamos felices. Somos un ícono del destino y estamos obligados a ofrecer un servicio superador. La obra se pensó en ese sentido. Siempre digo que la experiencia Cataratas continúa a la noche en el Casino Iguazú. Eso ofrecemos, experiencia”.
Por otra parte, el contexto complejo de la economía Argentina parece no tener tanta influencia en las operaciones de la sala: “Es casino es un mundo aparte. El contexto afecta más a la persona que viene de distancias cortas, que no tiene un respaldo económico importante, pero no afecta al segmento de alto poder adquisitivo. Es apasionante seguir las métricas. La cotización real-dólar-peso, tiene mucha influencia en el tipo de cliente que nos visita. Hay un mercado para cada moneda”.
“Una de las claves es retener al cliente -asegura Langer-. En general, en cualquier segmento es más fácil retener clientes que generar nuevos. En este mercado es todavía más notoria esta regla. No todo el mundo tiene la misma apreciación del juego. Cuando hay un cliente que tiene interés, alcance e ingreso, lo cuidamos, no hay que perderlo. Hay que pensar en las opciones para que no deje de venir. Mucho más en este momento complejo. La gente llega por diferentes canales. Vienen por su cuenta, por agencia, vienen con guías. Indirectamente somos una fuente de trabajo para los operadores del sector. Somos un atractivo más en el destino.
Por último, Langer reconoce el peso de tener una cadena hotelera fuerte como parte de la oferta del casino: “El resort es un destino en sí mismo. Estamos emplazados en medio de la selva sin estar en medio de la selva. Es un paraíso. Es uno de los pocos resorts que hay en Iguazú orientado a toda la familia, con un gran equipo de recreación para niños que está desde la mañana hasta que termina el día. Las habitaciones más chicas tienen 45 metros cuadrados, son suites grandes. Hay gastronomía de primer nivel, con una carta que todo el tiempo está cambiando. La ubicación es estratégica, estamos al lado de la aduana y del Duty Free Shop, a 15 minutos de Cataratas. Y el casino le agrega un plus importante”.