Wesley Cardia, director general de la Asociación Nacional de Juegos y Loterías (ANJL) de Brasil, se pronunció a favor de una pronta regulación de las apuestas deportivas en su país, a través de una columna en el diario O´Globo.
“La legalidad de la actividad de apuestas deportivas es incuestionable, pero la necesidad de una regulación que defina todas las reglas para los actores involucrados es apremiante”, afirma en la nota.
Mientras Brasil sigue esperando una definición en lo que respecta a la Medida Previsional, el ejecutivo de la ANJL señaló en O´Globo la necesidad de una regulación, ya que beneficiaría a todos los sectores participantes. Una reglamentación permitiría un mejor control por parte del Estado en materia impositiva, generando mayores ingresos que luego serían destinados a la sociedad, así como también ejercer una vigilancia en lo que respecta a sectores vulnerables, como los menores de edad.
Wesley Cardia
“El mercado está discutiendo, de forma transparente, con el gobierno y otros sectores, sobre la necesidad de regular la actividad, entendiendo que reglas claras traerán seguridad jurídica, inversiones, impuestos y empleos”, firmó Cardia en su columna, dejando en claro que la actividad del sector resultará en sinónimo de crecimiento económico para el país.
"Con una reglamentación clara y que defina las reglas para los sectores intervinientes, la actividad de apuestas deportivas tendría una gran capacidad de recaudación para las arcas del estado", explicó.
Además, Cardia agregó que la falta de la regulación no es sinónimo de una merma en el juego, sino justamente lo contrario. “La no regulación de una actividad no es garantía de que no existirá. Su ausencia sólo dará cabida a que el juego no regulado siga existiendo. Y con fuerza. La hipótesis del "no juego" es utópica e irreal”, definió.
Cardia agregó que, según se estima, una vez implementada la reglamentación el gobierno brasileño deberá autorizar entre 50 y 100 casas de apuestas para operar en el país. Y sumó que un juego no controlado solo derivará en actividades ilegales como, por ejemplo, la manipulación de resultados.
“Cuando alguien dice que las casas de apuestas son conniventes con la manipulación de los resultados, incurre en una gran contradicción. Es exactamente lo contrario: estos delincuentes se centran en 'hacer saltar la banca'. Quien paga la factura de un resultado falsificado es la casa de apuestas, así como el apostante que predijo un resultado plausible, no estúpido. Ambos son víctimas del engaño”, afirmó en su columna.
En este sentido, la ANJL anunció recientemente el lanzamiento de un programa con 10 medidas de seguridad para garantizar la integridad en las apuestas deportivas.