En un anuncio realizado el martes, los gobiernos prefectural y municipal de Osaka han confirmado un retraso en la apertura del tan esperado primer casino resort de Japón, moviendo la inauguración para el otoño de 2030.
Originalmente, cuando los gobiernos locales presentaron su plan de desarrollo al gobierno central en abril de 2022, la apertura del complejo estaba prevista para el otoño o invierno de 2029. El retraso se debe a que el plan de desarrollo no obtuvo la aprobación del gobierno central hasta abril de este año, según informa The Japan Times.
Las autoridades de Osaka también han indicado que la inversión inicial necesaria para el proyecto experimentará un aumento, elevándose a 1,27 billones de yenes (USD 8.600 millones al cambio actual) desde los 1,08 billones de yenes (USD 7.300 millones) previstos anteriormente, según el informe. Esta revisión al alza se atribuye principalmente al aumento de los costes de los materiales de construcción.
Tras recibir la aprobación del gobierno central para el plan revisado, el gobierno de Osaka se dispone a actuar con rapidez y firmar un contrato con el operador designado para el complejo de casinos, una medida que podría materializarse este mismo mes.
El operador estadounidense de casinos MGM Resorts International y su socio local Orix Corp lideran el proyecto Osaka IR, cada uno con una participación del 40% en la empresa que gestiona el complejo. El 20% restante está en manos de otras 20 empresas. MUFG Bank y Sumitomo Mitsui Banking Corp aportan 550.000 millones de yenes a la financiación del proyecto.
El complejo, situado en la isla recuperada de Yumeshima, en la bahía de Osaka, contará con un casino, hoteles, un centro de conferencias, un centro comercial, un museo y una terminal de ferrys. Los grandes apostadores también tendrán acceso a un helipuerto adyacente.La isla acogerá la Exposición Universal en 2025.
Anteriormente, los casinos eran ilegales en Japón, pero una ley de 2018 sobre complejos turísticos integrados (IR) permitió el establecimiento de casinos oficialmente aprobados que ofrecieran juegos como el póquer y el bacará. La medida formaba parte de un esfuerzo por atraer turistas al país, que cuenta con una población de 126 millones de habitantes y está muy cerca de los jugadores ricos de Asia.