El Casino Tropicana, considerado una verdadera leyenda de la ciudad de Las Vegas, cerrará sus puertas hoy, martes 2 de abril, y a tan sólo dos días de alcanzar su 67mo. aniversario.
Los actuales operadores del resort casino destinarán 1.500 millones de dólares a transformar 9 de los 35 acres del complejo, en un estadio para los Oakland Athletics de la Major League Baseball, sumando así un nuevo estadio a la oferta deportiva de la ciudad.
En su apogeo, el Tropicana fue uno de los hoteles casino más importantes de los Estados Unidos y del mundo, y su popularidad podría compararse perfectamente con íconos de la ciudad, como lo son actualmente el Bellagio, el Caesars Palace o el Wynn Las Vegas.
Ayer fue el último día completo de juego para el Tropicana. La Junta de Control del Juegos de Nevada explicó que el complejo contaba con 600 máquinas tragamonedas y 20 mesas de juego en funcionamiento. Se espera que muchas de estas slots sean redistribuidas tras el cierre del piso de casino, sucedido hace minutos, a las 3 AM de hoy, martes, en la ciudad de Las Vegas.
En una entrevista a principios de este mes, Ameet Patel, vicepresidente sénior y director de la región occidental de Bally’s (empresa operadora del casino del Tropicana), dijo que espera que las slots y los juegos de mesa se redistribuyan en los 15 establecimientos que la firma opera en todo el país.
Los ejecutivos del Tropicana se reunieron con agentes de la Junta de Control del Juego para planificar el mencionado cierre, y el presidente de la Junta, Kirk Hendrick, dijo que los agentes del ente regulador están disponibles para colaborar con el cierre, según sea necesario. Hendrick agregó que el cierre es “temporal”, porque la firma operadora planea eventualmente volver a abrir la sala, con alguna capacidad.
En paralelo, el “Robert Irvine Public House” ofrece ahora su último desayuno, y el Trop Coffee preparará sus últimas raciones para esta jornada. A ello se suma el lento peregrinar de los últimos huéspedes, que antes del mediodía abandonan sus habitaciones.
Cabe recordar que el Tropicana tuvo una oleada tardía de huéspedes, que querían pasar una última noche en el hotel. Los huéspedes pagaron unos 200 dólares para asistir a esta despedida, lo que representa tres o cuatro veces el índice promedio de las habitaciones, por el privilegio de alojarse desde principios de mes, y las tarifas nocturnas ascendieron a casi 500 dólares por noche durante los últimos cinco días.
Al mediodía, los agentes de seguridad empezarán a desalojar el hotel y se espera que las puertas estén aseguradas a la 13:00 horas. Y aunque la mayoría de los planes finales para el Tropicana ya están preparados, todavía quedan algunas incógnitas en su futuro. Los ejecutivos de Bally’s no han explicado, por ejemplo, qué planean hacer con el vitral sobre el área principal del casino.
Además, los directivos del establecimiento dijeron a la Junta de Control del Juego que están trabajando con el Neon Museum y otras entidades para preservar parte de la historia del lugar. Y a la incertidumbre se suma el hecho de que Bally’s se encuentra ya en una difícil situación financiera. La semana pasada, Moody’s Investors Services, una empresa nacional de calificación crediticia, rebajó su calificación y S&P Global Ratings, a principios de mes, le otorgó la categoría de bono basura.
El mayor accionista de Bally, Soo Kim, y su fondo de cobertura Standard General, ofrecieron comprar las acciones restantes de la empresa por 15 dólares la acción, aproximadamente la mitad de la cantidad que Kim ofreció en una oferta de adquisición similar en 2022. Un comité independiente está evaluando la oferta. Lo que finalmente se determine sobre la propiedad de Bally y la relación de la empresa con el propietario Gaming & Leisure Properties Inc. y los Oakland A’s determinará lo que suceda luego con el Tropicana. Lo que se sabe con certeza es que el hotel cerrará sus puertas definitivamente hoy, y si se construye un nuevo resort, se llamará Bally’s Las Vegas, según los ejecutivos.