En el marco de las Jornadas Cibelae, que se realizaron la semana pasada en el Hotel Sofitel Recoleta de la ciudad de Buenos Aires, Yogonet dialogó con Vivien Villagrán, presidenta de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) de Chile, sobre el panorama del juego en su país.
En la charla, Villagrán se refirió al proyecto de regulación de los casinos y las apuestas deportivas online, que se encuentra actualmente en la Cámara de Senado, así como a la situación actual de los casinos físicos chilenos.
Los artículos del proyecto que regula el sector online deberán ser debatidos en particular en el Senado, luego que la Comisión de Economía aprobara la iniciativa de forma general. De acuerdo a sus cálculos, ¿cuándo considera que va a haber un marco regulatorio vigente en el país?
Está ahora en el segundo trámite legislativo. Todavía queda una tercera etapa y finalmente votar el proyecto de manera definitiva, pero todavía queda un camino por recorrer.
Nosotros esperamos que durante este año tengamos ya el marco legal aprobado, de manera de regular la actividad como corresponde y que se pueda hacer de forma efectiva.
¿Cree que las Jornadas Cibelae pueden aportar un intercambio de conocimientos en torno a las apuestas legales?
Me parece que esta conferencia es tremendamente interesante respecto de una serie de aspectos que hay que tener en cuenta al momento de la regulación de las plataformas de apuestas. Si bien acá el foco está en las apuestas deportivas y nosotros estamos regulando todas las plataformas en general, podemos escuchar a otros países que ya tienen mucha más experiencia y donde claramente todo el tema vinculado al arreglo de partidos y de competencias pasa a ser un elemento fundamental.
Y me parece que lo segundo, que es tremendamente relevante, es cómo detrás de estas actividades existen estructuras que muchas veces se vinculan al crimen organizado, al lavado de activos, y esos temas claramente son fundamentales de poder incorporar de manera integral en la regulación.
En cuanto las casas de apuestas online que actualmente operan en Chile sin un marco normativo, ¿cuál debería ser el trato para estas en la nueva ley que regule el sector? ¿Debe haber un periodo de cooling off para todos o considera viable el pago retroactivo de impuestos, como está planteado actualmente?
Tal cual como está en este momento el proyecto de ley -y digo tal cual porque todavía le falta parte del trámite legislativo y podría haber cambios- se contempla la prohibición de que las plataformas que hayan estado operando de manera ilegal 12 meses antes de la publicación de la ley puedan entrar.
La ley, tal cual como está definida en este momento, incluye dos instancias: un periodo transitorio en donde quienes no hayan operado de manera ilegal en el país los últimos 12 meses antes de la publicación de la ley, o quienes no hayan operado nunca, puedan ingresar en un régimen que es un poquitito más flexible que el régimen definitivo (más flexible no en el sentido de que se disminuyan las exigencias, sino que se hacen una serie de supuestos para que el proceso de operar sea mucho más rápido); y una vez que parte el periodo de régimen, los operadores tienen que ajustarse a todas las condiciones establecidas en el mismo.
Eso es como está actualmente el proyecto de ley. Y esto supone que la Superintendencia, en este caso, va a revisar aquellas jurisdicciones en las cuales los aspectos principales que la ley busca resguardar estén contenidos. Por lo tanto, si hay una plataforma que nunca ha operado de manera ilegal en Chile y que tiene una licencia en otro país, supongamos España o Colombia, por ejemplo, podría ingresar en este periodo de transición presentando el certificado obtenido en esa jurisdicción.
Una vez reguladas, estas plataformas pasarán a estar controladas por la SCJ. ¿Tienen previsto crear algún órgano específico para esta actividad?
El proyecto de ley prevé que se puedan crear las capacidades al interior de la Superintendencia para poder hacerse cargo en particular de este mercado.
Este mercado, en términos de cómo es reglamentado, es muy parecido a como se regulan los casinos físicos, con algunas diferencias. Cuando digo parecidos, me refiero a que, de alguna manera, los bienes jurídicos que se buscan proteger son exactamente los mismos.
Lo que es distinto es el escenario en el cual esto ocurre. Acá tenemos transacciones que operan en una plataforma. Por lo tanto, hay temas de ciberseguridad, de identificación de quienes juegan o de contar con un mecanismo efectivo que resguarde que no puedan abrir cuentas aquellos que la ley expresamente deja fuera de este mercado.
En este último caso, me refiero por ejemplo a la gente que debe pensiones alimenticias. Es muy interesante este tema porque en Chile hay un registro de deudores de pensiones alimenticias, y quienes las deban no pueden crear una cuenta. Todo ese tipo de aspectos, va a haber que tenerlos en cuenta debidamente para que se pueda cumplir con lo que la ley establece.
¿Cómo evalúa el desempeño de los casinos físicos en cuanto a sus ingresos y aportes al fisco en lo que va de 2024?
Este año, estamos alcanzando números similares a los que teníamos prepandemia. Recordemos que la pandemia generó una baja importante en la actividad. Ha habido un ajuste en términos del gasto promedio por jugador, pero han aumentado los jugadores.
¿Y esto a qué se debe? A que, en el caso de la pandemia, hubo una serie de incentivos que se generaron para que la gente pudiese disponer de algunos fondos adicionales. Y esto significó que los jugadores o los que participan de este mercado del entretenimiento contaran con más dinero para incrementar su monto promedio.
Pero yo diría que ya hoy en día estamos en cifras muy similares a las que teníamos previo a la pandemia, con los desafíos propios que tiene el juego físico, donde básicamente hay una combinación entre el gaming y el no-gaming para ir generando de alguna manera un mercado cada vez más atractivo en materia de entretenimiento.
¿Usted cree que el juego online interferirá en el crecimiento de los casinos físicos y de sus ingresos?
Hasta ahora, la evidencia ha demostrado que, en general, en esas jurisdicciones en las cuales tienen legislaciones que llevan más de dos o tres años, no existe una canibalización, por así decirlo, de parte del juego online respecto al juego físico. Serían, de alguna manera, dos productos distintos que en algunas partes podrían tener una cierta zona de superposición pero que no inciden en que uno canibaliza a otro.
De hecho, nos contaron los reguladores en Colombia con los que nos reunimos que, en el caso de ellos, lo que observaron fue que incluso en el último tiempo habían aumentado algunos de los jugadores en el mundo físico. Y en Perú nos contaron que cuando se abrió el juego en línea tampoco se vieron muy afectados.
Además, hay que tener en cuenta que, en el caso de Chile, actualmente tenemos plataformas que operan de manera irregular. Por lo tanto, el efecto ya existe. Lo que pasa es que existe en un mercado no regulado.
¿Cuál es el gran problema de lo que tenemos hoy en día? Que obviamente tenemos una competencia desleal, porque tenemos a una parte de un mercado que opera sin pagar impuestos y sin tener en cuenta todos los mecanismos que una regulación le impone y, por el otro, a los casinos que claramente pagan impuestos y cumplen con todo lo que la ley les exige.