La nueva legislación belga que establece que el límite de edad pasará de 18 a 21 años y se prohibirá casi totalmente la publicidad, incluso en los estadios de fútbol, ha generado que se abra un debate mundial con respecto a los límites de edad de distintas actividades de riesgo, como la obtención del carné de conducción, el tabaquismo, el consumo de alcohol, los mismos juegos de azar o la posibilidad de acceder a contenido para adultos.
Así lo analiza Miranda Raaff, responsable de información de iGaming del portal de recursos para casinos, Minimum Deposit Casinos (MDC, por sus siglas en inglés), empresa división del Grupo OneTwenty que lleva a cabo una investigación exhaustiva de los casinos, centrándose en la seguridad, las licencias de juego, las herramientas de juego responsable y las prácticas de juego justo, para ayudar a los jugadores a encontrar plataformas reguladas.
Según Raaff, esta medida no solo desmarca a Bélgica de otros países de la Unión Europea, como Suecia, Alemania, Finlandia y Austria, donde la edad legal para jugar es de 18 años, sino que genera cuestionamientos sobre si otras actividades de alto riesgo también deberían establecer dicho límite.
“Si los legisladores belgas consideran que la edad de 21 años es la adecuada para apostar, ¿no debería establecerse este límite de edad para todas las actividades de alto riesgo, como beber, fumar, conducir y ver cine para adultos? Resulta arbitrario centrarse en el juego y dejar otros comportamientos tanto o más arriesgados y menos regulados. Quizá deberían aplicar la misma lógica a todas estas actividades", indica la analista.
Es así, como Raaff estudia esta cuestión más a fondo, haciendo un cuadro comparativo:
"Lo que es evidente es que en la mayoría de los países se permite a los jóvenes de 18 años acceder al cine para adultos. Por tanto, este es el nivel de madurez percibido a pesar de los peligros en línea", afirma Raaff.
Por otra parte, según Raaff, "el alcohol entraña enormes riesgos para la salud, y conducir un vehículo conlleva una responsabilidad aún mayor, con posibles consecuencias mortales; aun así, permitimos conducir a los jóvenes de 18 años y, en algunos países, incluso a gente más joven. La adicción tampoco se limita al juego. Puede darse también con el alcohol, el tabaco y el cine para adultos".
En su análisis, la delegada de MDC indica que la decisión adoptada en Bélgica plantea cuestiones clave sobre la madurez que se atribuye a los jóvenes adultos y señala que es necesario un enfoque más global, que contemple del mismo modo todos los comportamientos de riesgo.
"Necesitamos un debate global más amplio sobre la mayoría de edad. Si aceptamos que los jóvenes de 18 años conduzcan, fumen, consuman alcohol y accedan a cine para adultos, ¿por qué habría de tratarse el juego de forma diferente? Proteger a los jóvenes adultos significa dar el mismo paso. Además, debemos reconocer que los niveles de madurez no varían en gran medida entre los 18 y los 21 años. Armonizando estas lagunas normativas, crearemos un marco más realista".
Por ahora, el debate está abierto, según lo propone MDC, portal de recursos de iGaming que revisa y recomienda los casinos online más fiables y de mayor confianza a nivel mundial.