Desde el viernes, Brasil ha empezado a bloquear más de 2.000 sitios web de apuestas considerados irregulares, en el marco de una iniciativa del gobierno para regular el sector. La medida se produce mientras crece la preocupación por la adicción, especialmente entre decenas de millones de personas vulnerables.
Las autoridades comenzaron a aplicar una ley firmada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en diciembre de 2023, que regula y grava a las empresas de apuestas. El Gobierno brasileño calcula que más de 52 millones de personas empezaron a apostar en línea en los últimos cinco años. Cabe señalar que la mayoría de los tipos de juego, como los casinos y las máquinas tragamonedas, son ilegales en Brasil, pero las apuestas en línea se autorizaron en 2018.
Actualmente, permanecen activas 96 empresas titulares de 210 sitios web de apuestas. El Gobierno federal dijo en un comunicado que estas firmas han demostrado su voluntad de cumplir con la nueva legislación y pueden operar hasta finales de año, mientras se revisan sus solicitudes de licencia.
Sin embargo, algunas de las empresas de apuestas que no han sido autorizadas a operar en Brasil están llevando su caso a los tribunales, mientras que otras están solicitando autorizaciones estatales que podrían darles el resto del año para solicitar la aprobación del gobierno federal.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, envió a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) una lista de cerca de 2.040 sitios de apuestas para ser bloqueados debido a irregularidades.
El bloqueo es realizado por las operadoras de telecomunicaciones bajo la orientación de Anatel, interrumpiendo el acceso a estos sitios en todo el país, según un informe de Poder 360.
"Las compañías telefónicas, por instrucciones de Anatel, impedirán el acceso en Brasil. Quien no esté regularizado, o en proceso de regularización, quedará fuera de línea mañana [viernes]", dijo Haddad durante una entrevista en el Ministerio de Hacienda, en Brasilia.
"Muchos de estos sitios no están en el país, no tienen dirección en Brasil. Si uno se conecta, puede estar haciendo una apuesta en un paraíso fiscal. De hecho, incluso pueden estar haciendo una apuesta en lo que creen que es una casa de apuestas, pero no lo es. Es simplemente fraude", agregó el ministro.
A partir del 1 de enero de 2025, las empresas a las que se conceda autorización para operar deberán pagar BRL 30 millones (US 5,3 millones) y cumplir permanentemente las normas federales para frenar el fraude, el blanqueo de dinero y la publicidad abusiva para poder seguir en activo.
La incertidumbre sobre el futuro de algunas empresas de apuestas ha afectado a los equipos brasileños de varios deportes, principalmente el fútbol. Los directivos deportivos locales han expresado su preocupación por la pérdida de ingresos si se bloquean definitivamente esas empresas y han hecho un llamamiento para que el gobierno federal les permita seguir funcionando.