En una entrevista exclusiva con Yogonet, Javier Balbuena, expresidente de la CONAJZAR y referente del sector del juego en Paraguay, brindó un análisis profundo sobre el año que termina y las perspectivas de futuro para la industria.
El 2024 será recordado como un año de inicio de transformaciones significativas para el sector de los juegos de azar en Paraguay. La aprobación de la media sanción del proyecto de ley que modifica la Ley de Juegos de Azar marca un antes y un después en la historia de esta industria.
¿Qué balance puede hacer de lo que fue el 2024 para la industria del juego en Paraguay?
Sin duda, el 2024 ha sido un año de grandes avances para el sector. Hemos trabajado como rubro en forma incansable durante años para lograr una actualización legislativa que permita un mayor desarrollo y una mayor competitividad. La aprobación de la media sanción es una muestra clara del compromiso del Estado y del sector privado por modernizar el marco regulatorio y generar un entorno más favorable para la inversión.
¿Qué noticia de la industria del juego le pareció la más importante del año que se termina y por qué?
Indudablemente, la noticia más relevante del año ha sido la aprobación de la media sanción del proyecto de ley. Esta reforma representa un hito histórico para el sector, ya que permitirá la desmonopolización de los juegos de azar, fomentando la competencia y la inversión. Además, se fortalecerá el rol de la CONAJZAR como ente regulador, lo que garantizará una mayor transparencia y seguridad en el mercado, cuidando siempre de no salir del objetivo principal que tiene la regulación del juego y no confundir ese objetivo con la necesidad de recaudar mayores ingresos para el estado.
¿Qué expectativas tiene para el sector de cara al 2025?
Para el 2025, las expectativas son muy positivas. Con la sanción definitiva de la nueva ley, esperamos un crecimiento exponencial del sector. Se abrirán nuevas oportunidades de negocio, se generarán más empleos y se consolidará a Paraguay como un destino atractivo para la inversión en el sector del juego. Además, prevemos un mayor desarrollo de los juegos online, que cada vez ganan más terreno en el mercado.
Recientemente, como bien sabemos, la Cámara de Diputados de Paraguay aprobó la media sanción del proyecto de ley que modifica la Ley de Juegos de Azar. Mirando a futuro, ¿cuáles cree que deberían ser los pasos a seguir en materia legislativa para continuar con un proceso que afiance la industria del juego en su país?
La aprobación de la media sanción es un paso fundamental, pero aún queda camino por recorrer. Es necesario que el Senado sancione la ley en los próximos meses, considerando que los plazos para la realización de nuevas licitaciones están próximos a vencer, por ello la premura será fundamental, pues hay que considerar que la ley debe reglamentarse y esperamos que se haga de manera adecuada. Además, debemos seguir trabajando en la capacitación de los funcionarios encargados de la fiscalización y el control del juego, mediante la profesionalización del órgano regulador. Es fundamental contar con un marco regulatorio sólido y eficiente para garantizar la transparencia y la seguridad del sector. Asimismo, sería importante explorar la posibilidad de potenciar alianzas estratégicas con otros países de la región para compartir experiencias y buenas prácticas en materia de regulación del juego.
La desmonopolización es, sin duda, el aspecto más destacado de la nueva ley. Al permitir la participación de múltiples operadores en el mercado, se espera una mayor oferta de productos y servicios, lo que beneficiará a los consumidores y generará mayores ingresos para el Estado. Además, se promoverá la innovación y la inversión en tecnología, lo que permitirá a Paraguay mantenerse a la vanguardia en el sector del juego a nivel regional. Con la aprobación de la media sanción, el sector del juego en Paraguay se encuentra en un punto de inflexión. El futuro se presenta lleno de oportunidades y desafíos, y los involucrados deberán trabajar en conjunto para aprovechar al máximo este nuevo escenario.