Entre octubre de 2024 y enero de 2025, el Ministerio de Hacienda, a través de la Secretaría de Premios y Apuestas (SPA), ordenó el bloqueo de 9.600 sitios de apuestas ilegales en Brasil. Actualmente, sólo 76 empresas están autorizadas a operar en todo el país, 70 de ellas reguladas por la SPA y seis liberadas por decisión judicial. Cada una de estas empresas puede operar con hasta tres dominios diferentes.
Según un informe de Valor Econômico, la acción contra los sitios irregulares comenzó en octubre del año pasado, cuando la primera lista, con más de 2.000 dominios, fue enviada a la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel). Pocos días después, el 31 de octubre, una segunda lista, con 1.443 sitios, también fue remitida a la agencia.
En diciembre, el Ministerio de Hacienda y Anatel formalizaron un Acuerdo de Cooperación Técnica (ACT), cuyo objetivo era acelerar y optimizar el proceso de bloqueo. El acuerdo establece un flujo de información más rápido entre las instituciones, lo que, según Hacienda, ayudará a reducir los costes operativos y fortalecerá la supervisión del sector.
"El objetivo es crear un flujo de información ágil y directo entre las instituciones, reduciendo los costos operativos y fortaleciendo la fiscalización del sector", indicaron desde la cartera económica al portal Valor.
La regulación de las apuestas deportivas en Brasil se considera una medida necesaria para combatir el mercado ilegal. Según representantes del Gobierno y de las loterías, sin un marco legal, los apostadores pueden ser atraídos por plataformas no autorizadas, por lo que la introducción de normas claras pretende "separar el grano de la paja" y combatir las prácticas irregulares en el sector.
El mercado de las apuestas fijas en Brasil pasó a estar regulado el 1 de enero de 2025. Para operar legalmente, las empresas deben seguir una serie de requisitos, como utilizar el dominio ".bet.br", así como exigir a los apostantes que se registren con un CPF y reconocimiento facial.
La transparencia también es un requisito: los sitios deben informar de la cantidad que ganará el apostante si gana un premio. Las empresas de apuestas deben seguir normas para combatir delitos como el blanqueo de dinero, de acuerdo con la legislación vigente.