El líder del Gobierno brasileño en el Senado, Jaques Wagner (PT-BA), afirmó que "no hay clima político" para votar el proyecto de ley 2.234/2022, que prevé la liberación de los casinos y juegos de azar físicos en Brasil. En entrevista con Poder360, el senador destacó que el escenario actual, marcado por las repercusiones negativas que involucran las apuestas deportivas, hace imposible avanzar con la iniciativa.
"Es el peor momento para debatir esto, por las repercusiones de las apuestas. No hay clima para una votación este semestre", declaró Wagner el miércoles 9 de abril.
A pesar de la resistencia, el proyecto es defendido por su ponente, el senador Irajá (PSD-TO), quien aseguró que el texto está "maduro" y listo para ser considerado en el pleno. Según Irajá, ha mantenido conversaciones con el presidente del Senado, Davi Alcolumbre (União-AP), para incluir la propuesta en el orden del día de las votaciones y la decisión final sobre la fecha corresponde a este senador.
El proyecto de ley ya fue aprobado en junio de 2024 por la Comisión de Constitución y Justicia (CCJ) del Senado, con una estrecha votación: 14 a favor y 12 en contra. El proyecto, ya aprobado por la Cámara de Diputados, está paralizado en el Senado desde 2022.
La resistencia al proyecto de ley también proviene de la bancada evangélica. El nuevo presidente del Frente Parlamentario Evangélico del Congreso (que reúne a diputados y senadores) indicó que tiene la intención de intensificar la presión contra la legalización del juego.
"Voy a pedir a todo el mundo que esté en contra. Nos movilizaremos. Todo el mundo es adicto, no hay más que ver lo que está pasando con las apuestas. Los casinos y los juegos físicos sólo van a ir a peor. Brasil no es un país con vocación para el juego", afirmó el diputado federal Gilberto Nascimento (PSD-SP).
Durante BiS SiGMA Americas, celebrado en São Paulo la semana pasada, Yogonet habló brevemente con Irajá y le preguntó sobre cómo piensa hacer frente a la oposición al proyecto de ley por parte de la bancada evangélica. "Estoy abierto al diálogo, a las sugerencias y a las críticas. Si es desde un punto de vista técnico, para que podamos ajustar el texto y mejorar la legislación, estoy completamente abierto", declaró el senador.