España es el segundo país de Europa con la menor tasa de incidencia de ludopatía

De acuerdo a lo expresado por el informe, el 80,9% de la población adulta española participó de juegos de azar durante el último año, lo que representa un universo de unos 28 millones de habitantes adultos, ubicados entre los 18 y los 75 años.

Según expresa el análisis del texto, desarrollado por el medio Sector del Juego de España,las cifras “corroboran uno de los principales mensajes que se extraen del estudio, que muestran que jugar es normal, y que los clientes y usuarios lo consideran como una afición más en su vida”.

Destaca además el hecho de que los encuestados, en su gran mayoría, aseguraron que juegan de forma responsable, y pueden “medir de forma correcta los costes en los que incurren al jugar”.

Además, evalúan de forma satisfactoria el entretenimiento producto de esta experiencia. Para aquellas personas que manifiestan haber jugado en alguna ocasión a lo largo de 2020, la inversión en apuestas es similar al de una entrada para asistir a un espectáculo, o practicar cualquier otro hobby o afición.

“En términos de frecuencia, la práctica del juego está por debajo de otras aficiones como el deporte, acudir a conciertos o la fotografía. Con respecto a las motivaciones, en el juego destaca el hecho de que su principal aliciente es el de pasar un rato entretenido, interactuar socialmente con el objetivo de estrechar lazos y relaciones, y ganar una apuesta desafiando el riesgo a perder, lo que les permite tomar decisiones propias y hacerse cargo de sus consecuencias”, detallaron.

Cabe destacar que 2020 fue un año muy particular a nivel internacional, y el juego sufrió muy fuertes restricciones, junto con la hostelería o el sector turístico. En comparación con 2019, el número de personas que participaron de juegos de azar se redujo un 4%, lo que supone un retroceso a los niveles registrados en 2013.

En líneas generales, los juegos de Lotería en España, en los que los usuarios invierten por la ilusión o por el premio, han conservado el número de clientes, pero los montos económicos se ubicaron en un 20% y un 25% por debajo de 2019.

Los juegos públicos, como la ONCE y las loterías, han sido los más populares. De mayor a menor, el Gordo de Navidad ha sido el juego elegido (por 24,5 millones de personas), seguido del sorteo El Niño (14,5 millones de personas), La Primitiva (12,8 millones de personas) y los cupones de la ONCE (8,9 millones de personas).

Las loterías instantáneas o “rasca” de la ONCE registraron también un leve descenso respecto al pasado año (-0,5%), aunque mantienen su popularidad entre el público joven. En 2020, un 9,4% de la población de entre 18 y 75 años participó en este tipo de juegos.

En el caso del juego privado, en sus diferentes modalidades presenciales (casinos, bingos, salones, apuesta presencial o juego en máquinas) el número de clientes descendió alrededor del 50%, hasta los 3,8 millones de personas. Durante la crisis del COVID-19, las salas permanecieron cerradas durante meses en toda España, y las restricciones de movilidad y aforos afectaron seriamente al sector.

El juego online, por su parte, se mantuvo estable durante todo el año 2019, convocando a 1,5 millones de usuarios. Este sector no ha sufrido un incremento en el número de clientes, como manejaban las expectativas habituales en algunos discursos públicos en relación con él.

Actualmente, 300.000 personas en España juegan con carácter estable, lo que supone un 0,9% de la población de entre 18 y 75 años. La intensificación de la inversión publicitaria por parte de este tipo de empresas de juego no tradujo, por ende, en un aumento de la base de clientes, sino que se ha estabilizado.

El dato más destacado es que el juego problemático o ludopatía, a comienzos de 2021, alcanza sólo al 0,25% de la población adulta.

Esta tasa sitúa a España entre los dos países con menor tasa de juego problemático de Europa, por delante de Suecia, Alemania, Francia e Inglaterra. Esta información coincide y se consolida con datos e informes publicados en los últimos cuatro años, tanto por el Ministerio de Sanidad como por el Gobierno Vasco, y otros foros relacionados con el juego responsable.

Además, según los datos registrados por las administraciones sanitarias, el número de personas diagnosticadas en España por trastorno de juego problemático se sitúa por debajo de las 7.000.

Analizando en profundidad el origen del juego problemático, como afirma José Antonio Gómez Yáñez, “los datos corroboran la idea de que el trastorno de juego forma parte de un cuadro de patología múltiple y multicausal. La raíz del trastorno no se encuentra en la oferta de juego, sino que forma parte de un cuadro complejo que afecta a personas proclives a este tipo de comportamientos”.

Descargue aquí el informe completo Juego y Sociedad 2021.