Consideran a la ciudad de Gevgelija como "Las Vegas" de la región balcánica

A 150 kilómetros de Skopje, parece estos días una gran obra en construcción donde se edifican de forma acelerada un amplio complejo de edificios, hoteles, casinos y parques de atracciones, propiedad del multimillonario turco Rahmi Koc.

El juego es la “profesión” número uno en Gevgelija, con decenas de casinos grandes y pequeños, propiedad de compañías y ciudadanos macedonios, turcos, suecos y eslovenos. El coste de edificación del mayor de ellos, el “Flamingo”, alcanzó los 30 millones de euros.

Y ello a pesar de que con 15.000 habitantes y a sólo 70 kilómetros del puerto heleno de Salónica, en el mar Egeo, en esta ciudad macedonia se respira un aire de clima y cultura mediterráneos.

La mayoría de los visitantes extranjeros de los casinos de Gevgelija son griegos, en torno a un 90%, y los problemas políticos entre los dos países vecinos por el nombre de “Macedonia”, que coincide con una región griega vecina a este país balcánico, se evaporan a la entrada en esa ciudad. Al frente de cada casino, los anfitriones saludan primero en griego: “Kalimera” (Buenos días).

Grecia y Macedonia intentan sin éxito solucionar desde hace más de 15 años el litigio sobre la denominación de este país, que Atenas considera de tradición exclusiva del helenismo y por lo que bloquea la adhesión de su vecino a la OTAN.

“Sólo miembros con tarjetas de club tienen el acceso a los casinos. Y, sólo los extranjeros. Los directores de los establecimientos deciden quién puede llegar a ser el miembro del casino. Eso quiere decir que está garantizada la discreción de los clientes”, explica el gerente de un casino local que prefiere guardar el anonimato.

Unos 3 millones de pasajeros, de países de Europa central y oriental en su mayoría, pasan cada año por Gevgelija, el paso fronterizo con Grecia, principalmente en verano. Antaño, la ciudad era el destino de los que buscaban hortalizas, higos, tomates y sandías frescos y de buena calidad, pero en los últimos años el nombre de esa ciudad se vincula con el juego. Ya no se ven casi los tractores en las calles y cada vez circulan más automóviles de lujo por la zona.

La prensa nacional ha asegurado en varias ocasiones que en Gevgelija se encuentran con frecuencia ministros y jefes de los Estados vecinos de Macedonia, pero nadie quiere hablar de eso en público. El negocio de juegos de azar genera tantas ganancias que algunos ciudadanos de Gevgelija han abierto “mini-casinos” en sus casas.

La diversión no acaba con la ruleta y naipes, y de noche con frecuencia se organizan eventos musicales o bailes atractivos. En el municipio de Gevgelija no hay desempleo, a diferencia del resto de ese pequeño país balcánico, de unos 2 millones de habitantes, uno de los más pobres de Europa. Sólo la edificación del nuevo complejo de edificios en las afueras de Gevgelija dará empleo a unas 1.500 personas. Ahora, un millar de personas tiene trabajo en los casinos y muchas más, en el diferentes servicios relacionados con los negocios de juegos.