Según trascendió, 36 de los inculpados se hallan en prisión preventiva, informa la prensa turca citando como fuente la policía. Otros 41 detenidos fueron puestos en libertad tras ser interrogados. Desde la semana pasada se efectuaron redadas en 13 provincias de Turquía. Los inculpados son acusados de haber formado una asociación criminal, sobornado a jugadores y entrenadores y de haber organizado a través de Internet un negocio ilegal de apuestas.
La policía confiscó computadoras, teléfonos y cupones de apuestas. La mafia internacional de apuestas habría ganado con partidos de fútbol arreglados por lo menos 50 millones de euros.