"Hay propuestas, pero vamos a ver primero", explicó el primer ministro malasio, Najib Razak, citado por el rotativo local, que añadió que las apuestas se podrían legalizar a tiempo para el mayor acontecimiento del fútbol mundial.
El Grupo Berjaya, el mayor conglomerado de empresas en Malasia, dedicado desde la lotería hasta el control de casinos, espera el visto bueno del Gobierno para realizar operaciones de apuestas deportivas en el país.
Las apuestas ilegales en el fútbol abundan en Malasia y se espera ver una oleada de millones de dólares cambiándose de manos de cara a la cita sudafricana.
El Grupo Berjaya presentó una propuesta similar a la que ahora se estudia hace unos años, pero el entonces primer ministro, Abdalá Ahmad Badawi, tumbó la petición.
El juego está prohibido en el Islam y Malasia tiene una población de mayoría musulmana.
Un alto funcionario de Deportes del país asiático, bajo condición de anonimato, señaló a la AFP que el Ejecutivo podría canalizar los ingresos generados por la legalización de las apuestas para promover el deporte.