Los complejos se instalarían donde las fronteras de Eslovaquia, Hungría y Austria convergen. “Sólo miren a Europa del Este”, dijo Jan Jones, vicepresidente senior de Harrah’s para las Relaciones Gubernamentales. “Hay cientos de millones de personas, pero muy pocos productos de juego. Sus casinos son pequeños, entonces tenemos una oportunidad allí”, agregó.
El resort de Harrah’s (U$S 1.500.000.000) y el de Hard Rock (5.000.000.000 euros / U$S 5.980.050.000) estarán a aproximadamente 20 km. de distancia entre sí en la ruta entre Bratislava y Budapest. Ambos tendrán hoteles, centros de convenciones, shopping y piscinas.
“El futuro del sector del juego está en resorts más grandes y funcionales”, aseguró Indrek Jurgenson, COO de Olympic Entertainment Group AS de Estonia, compañía que opera una cadena de 67 casinos pequeños instalados desde el mar Báltico al Mar Negro. La adición de la presencia de Estados Unidos “beneficiará al mercado del juego en la región”, señaló.
Las empresas estadounidenses necesitan superar la oposición de los residentes y despejar las vallas legales y políticas. Algunos locales están preocupados por las drogas, prostitución y tráfico, mientras que otras personas le dan la bienvenida a la posibilidad de que se generen nuevos puestos de trabajo en zonas oprimidas.