El proyecto del titular del Instituto Provincial de Loterías y Casinos de Misiones, Eduardo Torres, para implementar un Casino Flotante en Iguazú, se convirtió en un fracaso comercial, como lo atestigua el estado actual en el que se encuentra la nave que costó más de 250 millones de pesos.
El barco que supuestamente iba a generar 500 puestos de trabajo, se encuentra anclado y en desuso en el río Iguazú, según lo revelaron fuentes de M4, este miércoles.
El barco-hotel y casino flotante fue encarado por el IPLyC y la Compañia General de Turismo y Servicios S.A., y ya había sido noticia hace dos años, en octubre del 2013, cuando el Sindicato de Obreros Marítimos Único (SOMU), reclamó que la totalidad de los empleados deberían estar encuadrados en esta organización, y no ser inscriptos como empleados de comercio, como pretendía el IPLyC.
Según datos que había aportado el SOMU, por entonces, el barco iba a incorporar a unos 600 trabajadores de los cuales 300 serían empleos en forma directa.
El barco fue creado en 1962 y bautizado como Buque museo “Nicolás Mihanovich” -en homenaje al pionero de la navegación comercial para transporte de pasajeros-. Posee 100 metros de eslora, 17 de manga y 8.000 metros cuadrados, divididos en los ocho pisos en los que iba a albergar 52 habitaciones de categoría “cinco estrellas” distribuidas en suite, suite superior y juniors, algunas con camarotes privados de uso turístico, gastronomía, piscinas y jacuzzi, sauna, solárium y gimnasio; más salones de eventos y teatro, según lo que proyectaba el IPLyC.
El proyecto apuntaba a que el Hotel Casino Flotante cuente con cuatro salones para salas de juegos, con tragamonedas “de última generación”, mesas de juego, y “otras comodidades con el objetivo de brindar al visitante una oferta integral de servicios para que disfrute de una experiencia memorable. La edificación en tierra contará con otras sesenta habitaciones, y salones de usos múltiples para eventos”, informaban en su momento, fuentes del IPLyC.
Sin embargo, dos años más tarde del conflicto laboral, el barco porque el que se habría desembolsado más de 250 millones de pesos, se encuentra varado como chatarra, en desuso y sin ningún tipo de actividad comprobable.