¿Qué balance pueden hacer del mercado colombiano en el último año, con la revitalización vista tras la regulación de las apuestas deportivas?
En la asamblea de Asojuegos tuvimos la oportunidad de hacer un balance con el ministro de Hacienda de Colombia, Mauricio Cárdenas Santamaría, de lo que fue la evolución del sector en los últimos ocho años.
Ese es el tiempo que duró este gobierno, con dos períodos del presidente Juan Manuel Santos, y en el que pasaron muchas cosas.
En 2011, el sector sufrió una transformación total, con dos decretos que cambiaron su estructura. Para nosotros fue una decisión muy adecuada el haber trasladado el segmento de juegos de suerte y azar, del Ministerio de Salud al de Hacienda.
De esta forma, el sector de juegos se volvió especialmente técnico. Todo el aparato estatal que regula a los operadores de juego hoy está liderado por una entidad como Coljuegos, que tiene un carácter mucho más técnico que antes, cuando estaba muy mezclada la política con la operación.
El perfil que se le dio a toda la regulación del sector de juegos en el país apunta a ver cómo se consiguen nuevas regulaciones, cómo se establecen nuevas categorías de juego para buscar nuevos recursos fiscales.
¿Consideran que este fenómeno es un ejemplo para otras jurisdicciones de Latinoamérica?
Definitivamente, es un ejemplo para América Latina lo que hizo este Gobierno para regular el sector y volverlo un gran contribuyente fiscal. Dentro de ese marco, mientras hace cinco años se generaban apenas 500 mil millones de pesos de contribución fiscal, el año pasado se logró cerrar en 1,6 billones de pesos (unos 500 millones de dólares), y obviamente esa contribución vuelve a Colombia, porque aproximadamente el 60% de ese dinero se aplica directamente a la salud de los colombianos. Hoy tenemos más de 800 mil millones de pesos que produce el sector, invertidos en la red hospitalaria pública nacional, y se subsidia a la gente más pobre.
¿El cambio volvió más productivo al sector?
La decisión volvió más productivo al sector, efectivamente. La regulación online, que revolucionó el negocio en Colombia, puso ahora el juego al alcance de todos a través de una plataforma online, y en ocho meses generó más de 120 mil millones de pesos en facturación, unos USD 40 millones con las primeras cinco o seis plataformas autorizadas.
Y no fue la única regulación que dinamizó el sector. Hay que reconocer que el Gobierno también sacó una medida para los juegos territoriales. Y ésta regulación actualizó esos juegos y permitió que se creen ofertas creativas para el apostador, además de elevar las ventas y las rentas fiscales, y con ello los aportes a la salud. Es muy interesante todo el proceso que se llevó adelante, y lo mismo se hizo en el sector de casinos y juegos localizados, con un decreto que modificó los requisitos en relación con los conceptos de uso, para que se faciliten las aperturas de casinos en cualquier lugar del país. Todo esto beneficia a la recaudación fiscal, pero obviamente también a los empresarios, y son ellos los que tienen mayores posibilidades de generar mejores resultados financieros, al habilitar una reinversión y un fuerte profesionalismo.
¿Qué puede pasar al corto o mediano plazo con el mercado colombiano?
Este año vamos a tener una explosión muy grande, por el hecho de que Colombia esté clasificado al Mundial de Fútbol. Ser uno de los protagonistas del Mundial generará un fuerte vuelco hacia las apuestas en Colombia, no tengo dudas.
Este año será el más importante, comparado con los próximos cinco años en el sector de juegos, en generación de ingresos y recaudación fiscal. Además, creo que vienen cosas muy importantes en el segmento de las máquinas en ruta: ya hay empresas muy importantes que están ensamblando en Colombia, y creo que vamos a ver la consolidación de las apuestas online, y de los juegos virtuales de bares y restaurantes. El país, a través de este sector, ofrece cosas muy interesantes. Y todo ello acompañado por la generación de empleos. El sector está generando 120 mil empleos directos en el país, y más de 220 mil indirectos. Millones de personas hoy pueden estudiar, comer y hacer sus actividades diarias gracias a la gran explosión del sector en Colombia, y eso es sin duda un factor a tener muy en cuenta de cara al futuro.