Más de 350 personas, autos y motos a lo largo de cinco cuadras marcharon desde el Hipódromo de La Plata en dirección a la sede central del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (IPLyC), para luego dirigirse a la Legislatura y la casa de gobierno en reclamo por los recortes que sufrió el Fondo Provincial del Juego (Foprojue), que se conforma con una parte de las ganancias que dejan las tragamonedas.
La iniciativa propuesta por la mandataria busca eliminar de forma progresiva las partidas presupuestarias que reciben estos centros de juego para funcionar y destinar los recursos a otros ámbitos. Los manifestantes expresaron que el hecho de que este proyecto sume apoyo genera preocupación en 500 familias que se verían afectadas con la medida.
Según las proyecciones de los trabajadores, el riesgo radica en que el Hipódromo podría cerrar sus puertas si no continúa percibiendo estos subsidios, ya que el centro hípico no puede sustentarse sin ese porcentaje de recaudación de las tragamonedas.
Entre las asociaciones y gremios que componen el sector coinciden que esta baja de tres puntos hace inviable al sector del que a nivel global dependen cerca de 750 mil familias. En territorio bonaerense hay cinco hipódromos oficiales. Los dos principales son San Isidro y La Plata con un parque caballar de 2500 animales y unas 130 reuniones (días de competencia) por año. Luego le siguen Azul y Tandil.
Tras el debate en comisiones, el senado de la Provincia de Buenos Aires tratará en la primera semana de julio la derogación de la ley 13.253, conocida como Ley del Turf, cuya modificación más importante es la anulación del fondo de reparación, que se reduciría gradualmente hasta su eliminación en 2019, una medida resistida por la industria hípica.
Vidal decretó en febrero un recorte del 25% en el subsidio a la actividad hípica. En concreto, dispuso bajar del 12% al 9% —el mínimo estipulado— el aporte que surge del Foprojue, al que los bingos y casinos con tragamonedas del distrito deben aportar el 34% de sus utilidades brutas.