El número de personas inscriptas en el Registro General de Interdicciones de Acceso al Juego (RGIAJ), una lista estatal en la que pueden registrarse quienes quieran que se les prohíba el acceso al juego online y a establecimientos como bingos, casinos y salas de juego, aumentó un 36% de forma paralela al auge de las apuestas por Internet desde su regulación en 2012.
En 2017, el número de inscritos en ese registro creció otro 9%, hasta la cifra récord de 41.117 personas, según la Memoria de Actividad publicada el viernes por la Dirección General del Juego (DGOJ) del Ministerio de Hacienda. Es la mayor tasa de crecimiento desde que en junio de 2012 entró en vigor la Ley 13/2011 de Juegos de Azar, que creó un marco para los operadores de licencias de juego online y permitió el despegue de este sector.
Esa ley estableció la creación de este registro a partir del existente hasta entonces, denominado Registro de Prohibidos a Bingos y Casinos, para incluir también a las apuestas online. En el RGIAJ se inscribe también a personas incapacitadas para los juegos de azar por sentencia judicial firme.
Según las estadísticas de Hacienda, las apuestas online movieron 13.302 millones de euros en 2017, lo que supone un 22% más que un año antes y seis veces más de lo que facturó en ese ejercicio todo el sector editorial. El sector atravesó un crecimiento exponencial y en 2016, las cantidades jugadas online ya superaron por primera vez la suma de lo apostado con los juegos de Loterías del Estado y la ONCE, al situarse en 10.885 millones.
A cierre de 2012, el primer año del que se publicaron datos del RGIAJ, había inscriptas en el registro de interdicciones 30.104 personas, lo que implica un crecimiento de más de 11 mil inscriptos en estos años, o un 36%. En 2017 hubo 3.368 nuevas altas, el 82% correspondientes a hombres. Los jóvenes de 18 a 35 años representaron por primera vez más de la mitad de las altas (51,5%) y el colectivo que más creció fue el de los que tenían entre 18 y 25 años, que constituyeron el 19,2% del total.
En 2010 había 26.797 personas inscritas en el antiguo Registro de Prohibidos. Es el último dato disponible porque de 2011, cuando se creó por ley el RGIAJ, no se han publicado nunca los inscriptos.
Mientras Italia acaba de prohibir la publicidad de las casas de apuestas, en España el decreto para regular este asunto lleva años en fase de borrador, al no prosperar una norma que pretendía prohibir asociar los anuncios que relacionaran esta actividad "con ideas o comportamientos que expresen éxito personal, familiar, social o profesional".
Tras seis años de gobierno popular, el PP presentó días atrás en el Congreso una proposición no de ley para, entre otras cosas, "regular de forma efectiva las condiciones publicitarias de las casas de apuestas de juego online, prestando especial atención a los horarios y a los espacios destinados específicamente a menores”, y derivar fondos del juego a la prevención de la ludopatía.