La iniciativa, presentada por el PP (Partido Popular), contó con el respaldo de los 33 diputados presentes en la Comisión y se votó en los términos inicialmente presentados por los populares, que rechazaron una enmienda formulada por Ciudadanos.
La proposición no de ley llama al Ejecutivo a regular de forma efectiva las condiciones publicitarias de las casas de apuestas de juego online, con una especial atención a los horarios y a los espacios destinados específicamente a los menores.
Además, insta al Gobierno a establecer mayores controles sobre las apuestas online para evitar el registro y la participación de los usuarios menores de edad, y a impulsar campañas de sensibilización y prevención, especialmente en el ámbito educativo, que concienticen a las familias, la infancia y la adolescencia sobre los peligros de esas modalidades.
Raquel Alonso, del PP, defendió la iniciativa señalando que según la Dirección General de Ordenación del Juego un 36% de los jugadores patológicos en España se iniciaron cuando eran menores de edad y que el Consejo Asesor de Juego Responsable remarcó que cerca de la mitad de los jóvenes apostaron económicamente en juegos de azar.
"No hay que olvidar que el juego, tanto en su modalidad online como 'offline', está prohibido para menores de edad, pero eso, a la vista de las cifras, no impide que puedan acceder al mismo", apuntó Alonso.
Por otra parte, Carlota Merchán, del PSOE, indicó que a su grupo le había "desconcertado" que el PP llevara a la Comisión de Derechos de la Infancia y Adolescencia de la Cámara baja una proposición de ley sobre un tema que ya fue aprobado anteriormente en la Comisión Mixta Congreso-Senado para el Estudio del Problema de las Drogas, y que la Dirección General del Juego ya está "trabajando" en este sentido con un decreto sobre las actividades comerciales del juego online que verá la luz próximamente.
Sofía Fernández, de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, mostró su apoyo a la iniciativa presentada por el PP, pero acusó a los populares de "falta de precisión y de rigor" por confundir juego, que produce una "socialización cultural", con apuesta, que es "una perversión capitalista" relacionada con el consumo, y puso como ejemplo que no es lo mismo ir a un bar a jugar una partida de cartas que hacerlo en la máquina tragamonedas.
Por último, Virginia Millán, de Ciudadanos, también comentó que ese tema había sido debatido antes en el Congreso y añadió que recientemente se ha producido un crecimiento en "las adicciones asociadas al juego 'online' y las apuestas deportivas".