Para la Confederación Española de Organizaciones de Empresarios del Juego del Bingo (CEJ) el futuro de la industria del bingo es incierto: de septiembre a diciembre, hubo un descenso del 2% en ventas, aún cuando el 2018 se salvó con una subida moderada de un 1,6% (1.815 millones de euros), gracias especialmente al comportamiento de las salas de las comunidades de Madrid y Andalucía. De hecho, sin contar con estas comunidades, la facturación en toda España decreció un 0,8%.
Estos datos fueron presentados por el presidente de la CEJ, Fernando Henar, en la reunión de su Comité Ejecutivo. "No es un hecho estacionario o anecdótico que el bingo esté a punto de entrar en recesión y en situación de riesgo si no se toman medidas drásticas y urgentes", dijo y recordó la necesidad de que las autoridades autonómicas aprueben cambios de manera decidida en los próximos meses, en línea con las recomendaciones del Informe Económico Fiscal del Bingo, presentado el 27 de septiembre.
"Ya hemos dado todos los avisos posibles para exponer que nuestro subsector está enfermo y que lo que necesitamos es consensuar un plan, apoyado por todos, para estabilizarlo. Una de nuestras propuestas es rebajar la fiscalidad al 10% del win", señaló el presidente de la patronal del bingo.
El modesto incremento anual se explica por el empuje de las comunidades de Madrid (9,8%), Andalucía (1,5%), Aragón (3,5%) y Asturias (13,4%), y por el descenso de la Comunidad Valenciana (-3,8%), País Vasco (-3%), Canarias (-1%), Extremadura (-4,3%) y Navarra (-4,7%). Solo suben las ventas en las comunidades donde se ha actualizado la oferta del bingo, mientras que las demás sufren caídas de manera recurrente, una vez concluido su ciclo, que en el bingo no pasa de tres años.
En cuanto al bingo electrónico de red, los datos del ejercicio pasado representan un incremento de casi el 22%, hasta los 232,9 millones de euros jugados en 235 establecimientos, juego que cuenta con tres proveedores tecnológicos —Metronia, Zitro y Degestec— y que continúa en fase de expansión, al igual que el bingo electrónico de sala, presente en Euskadi, Canarias, Madrid, La Rioja, Asturias, Cantabria y, próximamente, Extremadura.
Asimismo, el bingo online creció en 2018 un 21,9% hasta los 110 millones de euros, aunque sigue representando un porcentaje muy bajo (0,63%) del total del juego online (17.350 millones de euros en cantidades jugadas).