El Gobierno de la provincia de Buenos Aires aprobó la licitación pública para explotar las máquinas tragamonedas de cuatro de los siete casinos incluidos en la compulsa inicial, y adjudicó a Boldt, hasta ahora operador de todas las slots puestas en juego, las salas del Trilenium Casino de Tigre y el de Pinamar, mientras que el oferente Casino de Victoria logró quedarse con las del Casino Central de Mar del Plata y Casino Monte Hermoso.
Mediante la publicación del decreto N°182 en el Boletín Oficial de hoy, firmado por la gobernadora María Eugenia Vidal, quedó formalmente aprobada la licitación pública N° 1/18 para la contratación de un servicio integral por 20 años —con posibilidad de prórroga por un año—, que abarca la provisión y mantenimiento de un total de 3.860 tragamonedas, su control online, la remodelación, construcción y puesta en valor de las salas, y otros servicios complementarios al juego.
La canasta o renglón 1, conformado por los casinos de Tigre y Pinamar, seguirán bajo la administración de Boldt, que recibirá el 53% de la rentabilidad mensual producida por la explotación de las slots. En la oferta económica, correspondiente al segundo sobre de la licitación, la compañía obtuvo el máximo puntaje previsto de 45 puntos, por lo que su calificación final alcanzó los 83 puntos.
El renglón 3 incluye el Casino Central de Mar del Plata y el de Monte Hermoso, y será adjudicado a Casino de Victoria, perteneciente a Daniel Mautone. En este caso recibirá el 55,5%, y el resto quedará para la Provincia. La firma también obtuvo el máximo de 45 puntos por su oferta económica y su calificación final fue de 82,5 puntos.
En cuanto al renglón 2, que abarca los casinos de Tandil, Miramar y el Anexo III de Mar del Plata (Hotel Hermitage), se declaró “fracasado” ya que sobre la única oferta que había quedado en pie, por parte de la sociedad entre Bingo Oasis Pilar y Entretenimientos Saltos del Moconá, se consideró que "no resultó conveniente al interés fiscal”.
Las firmas habían propuesto quedarse con el 71,6% y dejarle al Estado sólo el 28,4% de las utilidades, pero la Comisión de Preadjudicación les requirió una mejora de oferta, tras lo cual propusieron recibir un 69,10%. Desde el organismo provincial se consideró esta última oferta como una “contraprestación ampliamente excesiva”, y señaló que el porcentaje no representaba el “óptimo contractual indispensable que requiere una contratación de tal magnitud, ni resulta acorde a la ecuación económico-financiera” correspondiente.
Tanto en esta canasta como en la adjudicada a Casino de Victoria, el Instituto Provincial de Lotería y Casinos (IPLyC) había decidido en enero excluir a Boldt de la competencia en base a un dictamen desfavorable de la Fiscalía de Estado bonaerense, que hizo lugar a una impugnación presentada por Casino de Victoria, según la cual Boldt no había cumplido los requisitos de la propuesta de financiamiento de los pliegos (el artículo 10), al no detallar plazos y tasas comprometidos.
Esa impugnación había sido rechazada en primera instancia por los técnicos que integran la Comisión de Preadjudicación de la licitación, la Asesoría General de Gobierno y la Contaduría General provincial, uno de los argumentos por los que Boldt presentó un reclamo administrativo ya rechazado, y uno judicial cuyo rechazo en primera instancia fue apelado por la compañía, algo que podría considerarse abstracto tras la decisión oficializada hoy.
De todas formas, la comisión ponderó que siendo Boldt el único oferente que presentó una propuesta para el renglón 1, le requirió información complementaria en relación con el artículo 10 de financiamiento, la cual fue presentada y, dada la aceptación favorable de la oferta económica, se rechazaron las impugnaciones para el caso de los casinos de Tigre y Pinamar, finalmente adjudicados a la empresa.
Por otra parte, el decreto publicado hoy por Vidal rechaza además la última impugnación presentada por la sociedad de Bingo Oasis Pilar. Ésta había argumentado que en el renglón 2 las condiciones de la licitación resultarían de “cumplimiento imposible, en virtud de la situación actual del Casino Anexo III de Mar del Plata, dada la indisponibilidad física y jurídica del mismo”, en alusión a la clausura por cuestiones administrativas que pesa sobre esa sala desde el año pasado.
El rechazo oficializado hoy se basa en lo manifestado por la Comisión de Preadjudicación, que considera los pliegos debidamente fundamentados, a partir de la “idoneidad necesaria para alcanzar la mejor solución posible”. Además, indicó que si hubiera correspondido la adjudicación del renglón y no habiéndose resuelto el conflicto administrativo, el IPLyC debía realizar las acciones pertinentes para la puesta en funcionamiento de la sala, sea en el actual edificio o en otro que considere conveniente, sin alterar la ecuación económico-financiera de la inversión, un traslado previsto en el pliego.