La Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ) suspendió —el martes 22 de octubre a través de los Oficios Circulares N°s 25 y 26— la obligación de funcionamiento de los casinos de juego y sus servicios anexos establecida en el artículo 6° del Decreto Supremo 287 del Ministerio de Hacienda de 2005, en tanto las sociedades operadoras y concesionarias municipales ubicadas en las zonas declaradas en Estado de Excepción por el Gobierno de Sebastián Piñera no puedan garantizar condiciones de seguridad para sus trabajadores y usuarios.
Asimismo, el organismo suspendió los plazos administrativos que corrían cuando entró en vigencia el Estado de Excepción Constitucional de Emergencia, y que tuvieran relación con el cumplimiento de instrucciones generales o particulares decretadas por la Superintendencia. Esta suspensión estará vigente en tanto dicho Estado de Excepción se encuentre vigente. Sin perjuicio del cumplimiento de las instrucciones impartidas en el oficio, sigue plenamente vigente la obligación de reportar oportunamente las contingencias relevantes.
Esta medida de la SCJ encuentra su razón en el contexto sociopolítico de Chile. Durante la madrugada del sábado 19 de octubre, en medio de una serie de disturbios que provocaron la suspensión de todo el servicio del Metro de Santiago, Piñera decretó el Estado de Emergencia en las provincias de Santiago y Chacabuco. Con el correr de los días, el Estado de Excepción se extendió total o parcialmente a todas las regiones de Chile, a excepción de Aysén. A esto se sumaron toques de queda en la mayoría de las regiones con Estado de Emergencia.
Según la Constitución chilena, el Estado de Emergencia no puede extenderse por más de 15 días. Sin embargo, la norma sí contempla una prórroga por otras dos semanas sin la autorización del Congreso. Para un segundo aplazamiento, Piñera necesitará el aval del Poder Legislativo.