El 14 de enero se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la abrogación de la Ley orgánica de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública, vigente desde 1985, por decreto del Congreso de la Unión.
La ley abrogada no le permitía a la Lotería Nacional entregar en especie. El decreto ordena la fusión de la Lotería Nacional con Pronósticos para la Asistencia Pública, organismo paraestatal que desde el 15 de enero está a cargo “de todos los sorteos, y concursos” que antes realizaba la Lotería Nacional.
La fusión de ambas entidades dará por resultado la creación del nuevo organismo descentralizado de Pronósticos Deportivos para la Asistencia Pública, que sí contará con posibilidad de entregar premios en especie. “Lotería Nacional conservará su personalidad jurídica exclusivamente para efectos del proceso de desincorporación por fusión, en términos de las disposiciones administrativas y presupuestables aplicables”, establece el cuarto artículo transitorio del decreto.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) tiene hasta el 15 de febrero para publicar las bases conforme a las cuales se realizará el proceso de fusión, y se hará cargo de completar el proceso.
“Próximamente en Pronósticos y Lotería tendremos un solo portal web con nuestra información de juegos y sorteos, con motivo de la reciente entrada en vigor del decreto por el que se abroga la Ley orgánica de la Lotería Nacional”, se lee en el sitio web de la Lotería.
El Ejecutivo tendrá un plazo de 180 días, a partir de la entrada en vigor del decreto, para publicar la creación del nuevo ente.
Una larga crisis
La desaparición de Lotería Nacional llega después de varios años de profunda crisis financiera por la baja rentabilidad de sus operaciones. Estas quedaron evidenciadas en la última ronda de entrega de resultados de la Auditoría Superior de la Federación, en la que se detalló que desde el 2008 no realizó aportes para la asistencia pública.
La auditoría 2018-1-06HHQ-19-0063-2019 reveló la “nula rentabilidad” de los productos de Lotería Nacional. De los ocho concursos organizados por la entidad en 2018, solamente el sorteo Especial produjo un margen de utilidad de operación del 2,1%. El resto registraron pérdidas que van de los 30 a los 143 millones de pesos, por lo que desde hace 12 años no cumple con el objeto para el cual fue creada ni promovió la eficiencia en la gestión de la operación y administración de sus productos.
“Lotería Nacional no evidenció acciones para revertir los resultados financieros negativos, y sólo informó de nuevos esquemas de negocio, la implementación de estrategias y mecanismos para alcanzar la rentabilidad”, dice la auditoría.
Para la rifa del avión presidencial se pondrían a la venta seis millones de boletos a 500 pesos cada uno, con los que se espera recaudar tres millones de pesos.
El presidente reiteró que quien gane la rifa obtendría también un año de mantenimiento ya sea en la base militar de Santa Lucía o en el aeropuerto de Ciudad de México. El avión fue comprado por unos 218 millones de dólares durante el gobierno del expresidente Felipe Calderón, y entregado a su sucesor, Enrique Peña Nieto.
La rifa del avión
En medio del reclamo por la crisis de seguridad y violencia que vive el país, el presidente mexicano ofreció ayer la imagen del billete de lotería con el cual pretende “rifar” el avión presidencial y obtener recursos para comprar medicinas y equipo médico.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insistió en sortear el lujoso avión presidencial en caso de no encontrar un comprador. El mandatario presentó el boleto, conocido como “cachito” con el que se sortearía la aeronave por medio de la Lotería Nacional.
"Si no sale un comprador, una oferta, vamos a seguir con este plan y va muy probablemente la rifa", dijo el presidente en su habitual conferencia de prensa matutina.
Tras un año sin concretarse su venta, el gobierno decidió regresar la aeronave a México después de informar que ha gastado 1,6 millones de dólares durante su estancia en un hangar de Victorville, California.
El “cachito” presentado del avión presidencial se observa una fotografía del avión con la leyenda: “Premio Mayor, Avión Presidencial" en letras grandes color naranja y verde. "Es una cooperación para equipos médicos y hospitales donde se atiende de manera gratuita a la gente pobre", se lee en la parte inferior del boleto donde también se señala el 5 de mayo como la posible fecha del sorteo que estaría a cargo de la Lotería Nacional.
El "avión presidencial" es un Boeing 787-8 que fue adquirido durante el gobierno del presidente Felipe Calderón en 218,7 millones de dólares pero fue hasta el gobierno de Enrique Peña Nieto que pudo ser utilizado. El avión sería arrendarlo al gobierno mexicano durante 15 años con la obligación de seguir pagándolo con recursos públicos hasta el 2027.
López Obrador ha calificado a la aeronave como “un palacio de los cielos” y lo señala como una ofensa para el pueblo de México por lo cual ha insistido en su discurso en que “nos vamos a deshacer de ese avión”.
¿Un premio o un castigo?
Este martes el mandatario mexicano se dijo preocupado por el impacto que tendría para una persona en caso de “ganarse el avión presidencial”. "Mi única preocupación es que se trata de un bien que significa mucho dinero y el dinero es una tentación, es la mamá y el papá del diablo, echa a perder el dinero a veces a las personas y yo no quiero que nadie se eche a perder", dijo el mandatario.
Para la rifa se informó que se pondrán a la venta seis millones de boletos con un precio de 500 pesos cada uno (unos 25 dólares), con los que se espera recaudar 2.500 millones de pesos (unos 127 millones de dólares). El presidente reiteró que el ganador obtendrá también un año de mantenimiento ya sea en la base militar de Santa Lucía o en el aeropuerto de Ciudad de México.
Pero hay quienes aseguran que el ganador del boleto de lotería no podrá obtener la aeronave de manera física ni en su caso el dinero de forma inmediata. Según la explicación del presidente de México, el ganador no podrá vender el avión presidencial en una cantidad menor a la establecida. Debido a lo complicado que podría ser para una persona realizar el mantenimiento, el resguardo y la administración de la aeronave, serán emitidas una serie de reglas.
La explicación que ofreció el presidente es que el ganador del avión presidencial obtendrá el dinero del mismo cuando el gobierno logre realizar su venta. Los recursos serán resguardados a través de un fideicomiso en el Banco de México, donde los intereses se irán capitalizando durante un tiempo designado por la autoridad para que el afortunado decida qué hacer con su dinero.
AMLO prometió, a principios del año, que la venta del avión permitirá obtener recursos para comprar equipos para hospitales como Rayos X, Tomógrafos y Ambulancias.
En junio de 2019, el presidente afirmó que los recursos de la venta del avión permitiría financiar el Plan Integral de Desarrollo para Centroamérica, firmado con su homólogo Donald Trump.
En 2015, un reporte de la consultora ASCEND Flight Global entregado al gobierno de México señalaba que el mercado de las aeronaves de lujo para uso corporativo era muy reducido, debido a la baja demanda; además, por tratarse de un modelo fabricado para vuelos de prueba, tendría un mercado muy limitado, debido a que muchas aerolíneas no estarían interesadas en incluir un avión "atípico" en sus flotillas.