“Todos nuestros países están viéndose afectados por algo totalmente imprevisible, lo que acelera procesos para los nuevos tiempos que se nos avecinan”, señaló al abrir la charla Luis Gama, ex presidente de Cibelae, en su rol de moderador, quien invitó a los participantes a responder cuál ha sido el efecto de la pandemia en las operaciones de sus respectivas entidades.
Javier Milián, presidente de la Lotería Nacional de Beneficiencia (LNB) de El Salvador, aseguró que debieron “parar totalmente las operaciones y la gente, y los empleados se han podido dar cuenta que la lotería es la única empresa del Estado de carácter comercial, y no se puede manejar como un ministerio”.
“Llevamos en El Salvador más de 90 días de medidas sanitarias, tiempo en el que se han parado totalmente las operaciones, y vamos a tener pérdidas por varios millones de dólares. Nuestros productos son impresos y se comercializan a través de los billeteros. Por ello, es el momento más propicio para llevar a cabo estos procesos de modernización. Actualmente la lotería está muchísimo más cerca que nunca de llevar a cabo ese proceso, porque hoy sí ha estado a punto de tocar el bolsillo de los trabajadores, y tienen claro de que es momento de modernizar”.
Esmeralda Britton, Presidente Junta de Protección Social de Costa Rica, consideró que en su caso, “la pandemia también vino a cambiar un poco los planes, nos obligó a hacer una transformación repentina y debimos suspender los sorteos, que dicho sea de paso representan el 67% de los ingresos de la institución. El impacto ha sido enorme, ya que hay más de 1.900 personas que dependen de la venta de loterías”.
En su turno, David Mora Gómez, Manager de la Lotería de Medellín, agregó que en su caso tenían “un gran reto antes de COVID, y actualmente tenemos una gran necesidad después del COVID”.
“En Colombia, no solo en la Lotería de Medellín, el 80% de las ventas de lotería depende de los agentes de lotería o loteros, como los llamamos aquí en Colombia, y la comercialización se ve mucho de a pie, ambulante; la venta en la calle donde tradicionalmente el lotero se encuentra con su comprador para llevarse su billete o su número tradicional. Al ser el 80% el volumen de estas ventas, estábamos en gran riesgo, por lo que el Gobierno Nacional tomó la determinación de suspender los sorteos de todas las lotería de Colombia, hasta el 10 de mayo que volvimos a operar”.
“Por ley -agregó-, a nosotros nos dejan hacer al año una redistribución o rebalanceo del plan de premios y un cambio del mismo, y todas las loterías decidimos hacer un rebalanceo: bajamos los premios mayores (de unos tres millones de dólares, a un millón y medio de dólares), buscando la sostenibilidad de las loterías, porque si dependemos del 80% de la venta ambulante, obviamente ese 20% no nos daba para el punto de equilibrio y para cubrir la necesidad de la lotería, y mucho menos si caía un premio mayor de estas dimensiones”.
Al ser consultados sobre el impacto que tiene la regulación de las apuestas online en las loterías de Latinoamérica, Milián aseguró que “en El Salvador, la lotería tiene 150 años, pero su ley orgánica data de 1960 y su última reforma de 1979, por lo que no hemos tenido ninguna reforma. En nuestro caso no contamos con una ley que regule juegos en línea ni las apuestas deportivas, y esperamos que esta situación nos abra las puertas del proceso de diseño e implementación de una nueva ley orgánica, ya que la actual es totalmente obsoleta”.
“Colombia ha avanzado muchísimo, ya tiene una legislación para los juegos online, y tiene una legislación para los juegos digitales. Este avance ha sido significativo e importante para los juegos, pero a la vez ha sido contraproducente y muy fuerte para las loterías tradicionales, porque esta operación se le ha entregado a privados, que se convierten en competencia directa de las loterías tradicionales”, consideró Mora Gómez.
“Si en Colombia tuviésemos el poder de dar la concesión de las apuestas online, deportivas o digitales, podríamos hacer un balance entre la venta de la lotería tradicional y los juegos online. Pero ha sido desigual, ya que al quedar en operadores internacionales, privados, la afectación a las ventas y la competencia directa es muy fuerte, sobre todo porque la gran tendencia a nivel mundial es que la gente busca apuestas inmediatas. Entonces el interés se vuelca a ese tipo de empresas, mientras que las loterías tradicionales tenemos que esperar ocho días, como en el caso de la Lotería de Medellín y de las otras loterías en Colombia, que sólo tenemos un sorteo a la semana”.
“En Costa Rica -comentó Esmeralda Britton- no hemos iniciado el juego online, entonces esta experiencia a nivel país no la tenemos, pero es uno de los objetivos que tenemos para este y el próximo año: incursionar en todo lo que es la parte de apuestas online”.
Al ser consultados sobre las oportunidades que ven por delante, para que las loterías modernicen, amplíen y diversifiquen su oferta de productos, el titular de la lotería de El Salvador señaló que “ahora la lotería tiene la necesidad de implementar todos los juegos en línea y apuestas deportivas, y no simplemente quedarnos con la historia de 150 años. Sin duda alguna, el poder implementar juegos en línea o apuestas deportivas nos permitirá llegar a gente más joven, que definitivamente no le gusta esperar tantos días para tener el resultado de un sorteo, sino que buscan resolver de manera inmediata”.
Britton señala que en Costa Rica “es una oportunidad muy grande la que tenemos. Hemos estado trabajando en ese sentido para ofrecer otros productos que puedan atraer el mercado joven, que le gusta jugar en internet. En eso estamos trabajando, para el próximo año la lotería instantánea digital, y queremos incursionar en lo que es apuestas en línea”.