El sitio web Crusoé reveló que los dueños de agencias de lotería están insatisfechos con la gestión de Caixa Econômica Federal (CEF) durante la pandemia de coronavirus. El sector, que es del agrado de Jair Bolsonaro (su hermano es dueño de una agencia de lotería en San Pablo), recurrió al poder ejecutivo —a través de la Asociación de Agencieros de San Pablo y el Interior— para solicitar intervención presidencial en el diálogo con el banco presidido por Pedro Guimarães. Según ellos, el negocio de la lotería sufrió un agravamiento de la crisis financiera que ya estaba atravesando.
Los empresarios reclaman que las medidas negociadas con los ejecutivos de CEF en abril del año pasado durante una reunión llevada a cabo en el Palacio de Planalto no sirvieron para aliviar la caja de las agencias de lotería. Sin participación directa de Bolsonaro, Caixa llegó a reunirse con representantes de los agencieros durante la pandemia, pero los empresarios afirman que las medidas anunciadas por el banco no dieron resultado.
A finales de marzo, Caixa anunció medidas de apoyo para las agencias de lotería debido a la pandemia. El paquete incluye una remuneración mínima para las agencias, líneas de crédito especiales y la ampliación de los límites a operaciones como extracciones, depósitos y pago de boletos en las agencias.
Ahora, la Asociación de Agencieros quiere que Bolsonaro oficie de mediador en una reunión con Pedro Guimarães para que este brinde explicaciones. El pedido fue enviado a la Jefatura de Gabinete de Bolsonaro, al equipo económico y a la Presidencia de Caixa Econômica Federal.
En marzo, el presidente defendió la reapertura de las agencias de lotería durante la pandemia con el argumento de que el vidrio blindado impediría que los empleados se contagiaran el virus. Junto al presidente, Guimarães afirmó en ese momento que los establecimientos serían parte importante del pago de la ayuda de emergencia.