El Gobierno de Cantabria pondrá en marcha en los próximos días un plan de inspección extraordinario para controlar la entrada de menores a salones de juego y casas de apuestas, dentro del programa de Juego Responsable que dirige la Consejería de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior.
Los servicios técnicos realizarán un total de 94 visitas sorpresa a salones de juego y locales de apuestas para detectar la presencia de menores, lo que implicará examinar a la totalidad de establecimientos (41 salones de juego y siete casas de apuestas).
La titular de este departamento, Paula Fernández Viaña, explicó que este plan se sumará a los procesos ordinarios de inspección que realiza habitualmente el Servicio de Juego autonómico y que se intensificaron en los últimos años.
El Gobierno de Cantabria fijó un protocolo de actuación que consistirá en la observación desde el exterior para controlar el acceso de clientes y, en caso de apreciar la entrada de algún posible menor, se accederá al interior para solicitar su identificación. En cualquier caso, después del periodo de observación exterior, se accederá al establecimiento para efectuar las oportunas identificaciones de aquellos que pudieran parecer menores.
Para que el plan extraordinario sea aún más eficiente, las inspecciones se harán de forma más extensa en aquellos establecimientos de juego con centros educativos cercanos y, al mismo tiempo, que coincidan en los momentos de salida o de recreo de los colegios e institutos.
La consejera explicó que la prioridad del Gobierno es proteger a los menores y colectivos vulnerables y combatir la ludopatía, si bien recordó que el sector del juego "cumple en una amplísima mayoría" con las normas "por responsabilidad social". Recordó que las sanciones que se prevén en la ley de juego por estos incumplimientos pueden alcanzar los 150.000 euros, según el grado.
"El Gobierno, el sector del juego y colectivos como asociaciones de padres y vecinos trabajamos de manera conjunta para aportar iniciativas y sugerencias que propicien un crecimiento ordenado del juego, a la vez que se proteja a los colectivos más vulnerables", concluyó.
Ante la preocupación social por el incremento de la adicción del juego, Cantabria intensificó de forma importante las inspecciones de juego: de las 564 en 2016 a las 1.188 en el último año.