Una persona registrada como jugador compulsivo, hoy tiene prohibida la entrada en locales de una Comunidad, pero cruza a la región vecina e ingresa sin problemas en un local de apuestas. Esta práctica es hoy posible en España, debido a que cada región tiene su propio registro, que no está interconectado con los demás.
Acabar con este fenómeno es una de las demandas que han reclamado en los últimos años las organizaciones de jugadores, y que ahora busca retomar el Ministerio de Consumo, que ha convocado a las comunidades el próximo lunes para la celebración del Consejo de Políticas del Juego, según adelantaron fuentes del departamento.
En el encuentro, Alberto Garzón pondrá sobre la mesa la importancia de abundar en este problema, y planteará una mayor coordinación en el llamado registro de interdicciones, que buscaría que las comunidades compartan de forma automática los datos de autoexcluidos.
De este modo, el sistema funcionaría efectivamente como un único banco de datos. El objetivo ya fue planteado previamente en el órgano, que no se reúne desde 2018, tal y como recuerdan desde Consumo.
Fuentes del departamento apuntan que se enfatizará en la necesidad de establecer una regulación homogénea que permita que el sistema aumente su eficacia en esta línea. El consejo, señalan, se reunirá este lunes, 21 de septiembre, por primera vez en la legislatura. Actualmente, solo hay un convenio de coordinación de datos entre Castilla-La Mancha y el ministerio.
Desde la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar), su director técnico, Juan Lamas, comentó a El Confidencial que el problema actual es que "hay 17 regulaciones distintas" y que la unificación de criterios y la interconexión son una "reivindicación que llevamos realizando desde 2013, y hemos constatado ante el Ministerio de Hacienda, primero, y ahora ante el Ministerio de Consumo".