El presidente Emiliano García-Page informó en rueda de prensa de estas medidas, que se han adoptado tras una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno, y aseguró que “no tenemos más remedio, no hay alternativa, no tenemos otra opción”.
García-Page subrayó que estas medidas se aplicarán, en principio, por un plazo de al menos diez días, y destacó que confía en que las mismas den resultados que se traduzcan en un menor número de contagios, pues subrayó que en las zonas donde ya se han aplicado, como en la Gerencia de Atención Integrada de Manzanares, generaron un menor número de casos.
El presidente de Castilla-La Mancha justificó la adopción de estas medidas en la “necesidad de combatir la espiral de contagios que se ha producido a raíz de las fiestas navideñas”, y explicó que “entre todos, tenemos la responsabilidad de acatar decisiones que tienen que llevarnos a salvar vidas”. “Ni son decisiones fáciles ni son bonitas. Son amargas”, reconoció el presidente.
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, fue el encargado de detallar las medidas que se adoptaron desde el lunes en la región, que incluyen el cierre de los locales de juego, apuestas y bingos, y los centros socio sanitarios de día.
Como medidas complementarias, el consejero declaró la suspensión de todo tipo de actividades culturales y de ocio, con el cierre de cines, auditorios, teatros y conferencias; y las competiciones deportivas federativas serán sin público. Cierran además los gimnasios y saunas, las bibliotecas y los museos.
Destacaron que el objetivo de estas medidas es “darle tiempo a la vacuna”, al tiempo que se ha marcado dos objetivos adicionales “fundamentales para el control de la pandemia”: no llegar al colapso sanitario y posibilitar que se pueda realizar el rastreo de casos.