El director general del Consejo Empresarial del Juego (CeJuego), Alejandro Landaluce, disparó contra la Generalitat de Valencia por el cierre injustificado de los establecimientos de juego y no descartó movilizaciones para defender los más de 7 mil empleos directos y 30 mil indirectos que la industria genera en la región. "La decisión se debe más a criterios ideológicos que sanitarios", reclamó.
"Actualmente el sector juego en la Comunidad Valenciana asiste situación muy dura, ya que es la única que desde enero mantiene los locales de juego cerrados, con una situación epidemiológica favorable en relación con otras comunidades que sin embargo sí han permitido la reapertura de los locales", describió Landaluce en una entrevista ante COPE Valencia.
El representante patronal aseguró que la Generalitat fue anoticiada de la situación de la industria del juego durante 2020 y estos primeros meses de 2021 y que se le envían constantemente informes comparativos con otras comunidades a la espera de una decisión favorable a las 133 empresas valencianas y a los 7 mil empleos directos y 30 mil indirectos que genera el sector, que acumula pérdidas por €130 millones.
“Entendemos que no hay una situación sanitaria que justifique el cierre de los locales porque cumplimos con todos los requisitos que exige Sanidad y la prueba es que se ha permitido la apertura de otros locales”, explicó, y rechazó los argumentos de no permitir la actividad por la manipulación de cartas y fichas, "porque es lo mismo que sucede en una tienda de ropa donde se manipulan y se prueban las prendas".
Inclusive el director general de CeJuego hizo hincapié en en la trazabilidad que ofrecen los establecimientos de juego, ya que se toman los datos de todas las personas que ingresan, a diferencia de otros rubros que se encuentran abiertos y no poseen esa característica, según registró COPE.
"En 2020 las perdidas del sector rondaron el 55%, y cuando las medidas sanitarias son razonables hay que aceptarlas, pero cuando estamos por encima de las razones sanitarias, hay que denunciarlo y evidenciarlo", definió Landaluce, quien no descartó movilizaciones y reclamos más fuertes ante la urgente situación que atraviesa la industria.
También desde la Unión de Trabajadores de Salones de Juego (UTSAJU), su portavoz Vicente Contreras apoyó la versión de que el prolongamiento del cierre se debe a motivos ideológicos. "Nos preocupa que detrás de la decisión de mantenernos cerrados se esconda la voluntad expresada por algunos partidos del Botànic de acabar con los salones de juego en la Comunidad Valenciana", manifestó en un comunicado.
"Son locales en los que no hay una gran concentración de personas y se pueden garantizar las distancias de seguridad, la ventilación y renovación del aire de los locales, la toma de temperatura, el uso de la mascarilla y la desinfección de las máquinas y mesas después de cada uso", precisó Contreras, quien además aseguró que desde el inicio de la pandemia "no se ha detectado ningún foco de contagio en ninguna de las salas" de Valencia.