Según ha informado Codere a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el acuerdo otorga a la compañía la liquidez necesaria, hasta que se lleve a cabo la reapertura total del negocio tras la crisis sanitaria.
Los fondos que en la actualidad controlan la compañía de juego, encabezados por Silver Point, han logrado una "amplia mayoría", según ha anunciado Codere a la CNMV, para sacar adelante los acuerdos planteados.
Los fondos tenían garantizada la mayoría en la junta. Según informó Codere cuando anunció la reestructuración, un 60% del capital había garantizado su visto bueno. Un porcentaje al que llega sumando las participaciones de los fondos Silver Point (23,2%), M&G (21%), Abrams (8,7%) y Contrarian (7,2 %).
Sin embargo, estos han contado con la oposición de los fundadores de Codere, los hermanos Martínez Sampedro, propietarios del 14% del grupo.
Su expresidente, José Antonio Martínez Sampedro, ha denunciado en su exposición ante los accionistas las "prisas" de los fondos para aprobar el acuerdo que da la empresa a los bonistas, "sin presentar a la Junta una valoración de Codere que sirva de referencia a tan drástica y perjudicial propuesta”.
Para Martínez Sampedro, el hecho de que la propuesta haya carecido de un informe de valoración independiente, y que toda la documentación se haya proporcionado en inglés, "entraña ocultar información a los accionistas españoles”. Cabe destacar que los Martínez Sampedro, como avisaron en la previa, confirman que tomarán medidas legales ante la justicia al considerar que el acuerdo aprobado es "ilegal" e incumple el firmado el pasado verano, deslizando además que "se presenta en beneficio de unos pocos accionistas que aparentemente tienen interés común con los acreedores que se benefician de este nuevo Lock up [el acuerdo] altamente incompatible con el acordado el pasado 13 de julio y diferente del de 23 de septiembre de 2014".
El acuerdo con los acreedores incluye la inyección de hasta 225 millones de euros en forma de nuevos bonos, y la capitalización de hasta 367 millones de deuda correspondiente a parte de los bonos existentes, aplazando su vencimiento hasta septiembre de 2026 y noviembre de 2027.
La emisión de nuevos bonos se produce a través de un préstamo puente de 100 millones, de los cuales 30 se aportaron tras el anuncio del acuerdo de reestructuración de la deuda de Codere, y los 70 millones restantes lo harán antes de finales de mayo, cuando se adhiera el 75 % de los bonistas.
Además, se incluye una emisión adicional de 125 millones a través de bonos súper senior que se llevará a cabo cuando finalice el proceso de reestructuración, previsiblemente a finales de 2021.
Según las estimaciones de Codere, y gracias a la confianza de los bonistas, se asegura así la viabilidad de la compañía y el mantenimiento de más de 10.000 puestos de trabajo.
Tras finalizar el procesos de reestructuración, se creará una nueva cabecera del grupo en la cual los acreedores de los bonos existentes contarán con el 95 % del capital social y los actuales accionistas con el 5 % restante, obteniendo además unos "warrants" adicionales que les permitirán recibir hasta el 15 % de una valoración superior a los 220 millones, en una futura venta de la compañía en un plazo de 10 años.
La compañía también prevé pedir la liquidación de Codere S.A. para permitir a sus actuales accionistas tener participaciones en el capital de la nueva cabecera o recibir una compensación económica. Además, la Junta ha ratificado el nombramiento de Elena Monreal como consejera dominical del Consejo de Administración de Codere.