"Aquí hay muchos espacios maravillosos, parques nacionales, vías de comunicación, gastronomía, cultura, arte. Para mi es un honor estar aquí", alentó el ministro desde una sesión especial del Consejo Legislativo de Lara. Allí estaba buscando alentar a una nación muy golpeada en lo económico que, después de 12 años de prohibición, sacó como conclusión que la vuelta del juego organizado era, además de necesaria, realista.
"El Ministerio del Turismo es miembro de la comisión de casinos, en el caso de Lara estamos haciendo evaluaciones", adelantó Padrón. "Es importante que trabajemos de la mano, estamos esperando los lineamientos para la apertura en toda Venezuela", precisó.
La declaración del encargado de Turismo es algo alentador respecto a lo que dijo hace menos de un mes el gobernador local Adolfo Pereira, quien desconoció inversiones en la región cuando aseguró que no estaba enterado de posibles inversiones de casinos en su estado.
Las experiencias en todo el mundo están hechas. Donde no hay juego legal, prevalece lo ilegal y clandestino. En su momento, cuando el entonces mandatario Hugo Chávez clausuró la actividad, fue una decisión que significó 100 mil puestos de trabajo menos que desaparecieron en el acto. Parecía algo amortizable para un sistema que se basaba en el precio del petroleo, hasta que este tocó pisos históricos.
Venezuela quedó muy golpeada después de muchas convulsiones económicas, políticas y de todo tipo. Y hace algo más de un mes anunció la entrega de 30 licencias para casinos.
La crisis inflacionaria que asota al país sudamericano encuentra en las criptomonedas algo de estabilidad y precio de cambio. La alternativa está abriéndose espacio a tal punto de que el Casino Ciudad Jardín de Maracay fue uno de los primeros en habilitar su uso en la industria local. Las posibilidades por fuera a la golpeada moneda nacional son cada vez más frecuentes y los miles de puestos de trabajo nuevos que vendrán, según lo que aseguran los especialistas, podrían encontrar en algunas de estas divisas algo de ahorro y estabilidad.