El vicelehendakari primero y consejero de Seguridad de la Comunidad Autónoma Vasca, Josu Erkoreka, fue quien se encargó de anunciar la aprobación "en el próximo trimestre" de la modificación del Reglamento General del Juego local durante un encuentro por el tercer aniversario del Observatorio Vasco del Juego, por lo que no entrará en vigor hasta 2022.
"Nuestra responsabilidad es darle una dimensión adecuada al juego, que nos permita conciliar esta actividad con la necesaria protección de la salud pública y particularmente de las personas vulnerables", explicó Erkoreka.
En la actualidad, Euskadi cuenta con 209 salones de juego, lo que significa uno cada 10 mil habitantes. Es un sector que, según el funcionario, "supera los 155 millones de euros" y emplea a "cerca de 2.500 personas".
El profesor adjunto e investigador del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la UPV/EHU, Jonatan García Rabadán, también estuvo en el tercer aniversario del Observatorio, y cuando le tocó intervenir dejó datos muy claros, como que el 70,5% de la población local jugó o apostó al menos una vez durante el último año.
"Una mayoría (79%) de las personas encuestadas afirmó que, durante su infancia y/o juventud, había visto jugar a algún familiar y, que un porcentaje más reducido pero relevante (el 24,7%) reconocía haberse iniciado en el juego antes de los 18 años, es decir, antes de la edad legal mínima estipulada", detalló Rabadán. "El proceso de socialización juega un papel determinante en este escenario y se trata, en todo caso, de elementos que reflejan el elevado grado de presencia y normalización del juego en la sociedad", graficó.
La nueva normativa legislará respecto a las distancias mínimas de los salones de juego entre sí (500 metros) y respecto a centros educativos (150 metros), como lo hicieron otras CCAA de España. También la publicidad del sector, tan golpeada a partir del Real Decreto que la minimizó, será reducida a partir de los cambios, sólo permitida entre la medianoche y las seis de la mañana, y sin poder contar con figuras públicas que publiciten la actividad.
Los salones de juego que operen en el País Vasco tendrán nueve meses desde la aprobación del nuevo reglamento para adaptar sus ingresos y garantizar un control de accesos acorde a lo votado. Esto implica actualizar los sistemas con nuevas medidas que estén vinculados a los registros de autoprohibidos a nivel nacional.
También quedarán reducidos los espacios de hostelería y afines que operen máquinas tragamonedas tipo B, los cuales no podrán solicitar permisos para operar por los próximos tres años. En la actualidad hay 8.025 de estas tragaperras en locales de este tipo.
Por su parte, el secretario de la Asociación de Salones de Euskadi (Aseuskadi), Peio de Frutos, aseguró que "defenderan sus derechos" como operadores y cuestionó los cierres de 39 salones que "no pueden salir gratis".
El representante de los empresarios del juego local, declaró a Crónica Vasca que se sienten "damnificados" por el juego online y agregó que esta modalidad, para ellos, es más conflictiva, pero que se persigue a su sector porque los locales que tienen presencia en las calles. es o entre los menores de edad. Y ha advertido de que la normativa, a quienes perjudica es los locales que tienen presencia en las calles. "Es como si quieres penalizar a la cocacola y cierras el bar del barrio", comparó.