El director ejecutivo de la Comisión de Juegos de Puerto Rico, Orlando Rivera Carrión, negó los rumores de que desde el Gobierno le solicitasen la renuncia, pero admitió su alejamiento de la entidad, e incluso designó a un subalterno para ocupar su cargo.
El funcionario sufrió un fuerte desgaste en los últimos meses, debido a ataques desde distintos frentes.
Según enumera el portal Noticel, de Puerto Rico, Rivera Carrión tiene en los tribunales demandas pendientes por los reglamentos que habilitan las “máquinas en ruta”, medida con la que el Gobierno pretende controlar el número de slots en operación, tener visibilidad sobre el dinero que entra en cada una y cobrar derechos de explotación. Además, el funcionario enfrenta denuncias de corrupción en la concesión de licencias. En la Legislatura, enfrenta la fiscalización de los legisladores populares Ángel Matos García y José Rivera Madera por viajes oficiales pagados por empresas de la industria, y en la Junta de Supervisión Fiscal enfrenta la prohibición del ente a la puesta en vigor de los reglamentos de tragamonedas, porque aún no fueron autorizados por esa entidad. Al ser consultado sobre esta situación, Rivera Carrión habló en exclusiva con Yogonet destacando: “El tiempo me dará la razón; Dios no deja a sus hijos en vergüenza”.
Rivera Carrión señaló a la prensa local que tomó la decisión de dejar el cargo en las próximas semanas, y que el pasado viernes se reunió con su equipo de trabajo para nombrar como subdirector al licenciado Jaime Rivera Emanuelli, de forma que la Comisión tenga continuidad en el momento en que salga del cargo. El nuevo subadministrador había ya ocupado el cargo, bajo la gestión del ex-director José Maymó Azize, y fue también administrador interino del deporte hípico.
Rivera Carrión atribuyó su decisión “a las movidas que han hecho los dueños de tragamonedas, que se oponen a la legalización”.
“Me destruyeron, tengo que admitir que voy a salir, esto ha sido muy fuerte, muy fuerte”, dijo al diario digital Noticel. Aunque indicó que no se le ha pedido la renuncia, reconoció que su supervisor, el secretario de Desarrollo Económico y Comercio, Manuel Cidre, “me ha dejado saber que ya es tiempo de irme”. Las mismas controversias, adujo, provocaron que el viernes 22 de abril se le retirara la escolta policial, que Rivera Carrión entiende necesaria, y rechazó imputaciones de que abusó de la misma, utilizándola para salidas de ocio fuera de horas laborales. “Yo tenía escolta porque me la merecía, porque fui amenazado tres veces y nunca había tenido que andar con armas”, planteó a la prensa local, al precisar que ha recibido amenazas directas contra su esposa y su hija.
Al ser consultado sobre su gestión, Rivera Carrión destacó: “Una industria que estaba ilegal por completo, yo la legalicé”, y reclamó como un logro la implementación vez de las apuestas deportivas electrónicas, y que tanto el hipódromo como los casinos “están en orden”.
Sobre los viajes oficiales, que fueron pagados por empresas de la industria, Rivera Carrión apuntó a que lo autoriza la ley, y rechazó el haber aceptado algo de valor, a cambio de una actuación particular.
En cuanto al chat en que participaba junto a miembros de la industria, acusó a la Cámara de Representantes de utilizar solo una página del mismo para levantar imputaciones, cuando en el contenido completo se contradicen las acusaciones. “Sacan conclusiones de una página para manchar a un ser humano”, aseguró y se sometió al FBI, poniéndose a disposición para cualquier investigación sobre la Comisión o sobre su accionar.
En cuanto a la aplicación de los reglamentos 9.174 (para la fiscalización operacional e interconexión de máquinas de juegos de azar en ruta) y 9.175 (para la expedición, manejo y fiscalización de licencias de máquinas de juegos de azar en ruta), Rivera Carrión se expresó desafiante: “Para ordenarme que lo suspenda, (la Junta) lo tiene que llevar al Tribunal: el único que me puede decir a mí que el reglamento no está vigente es la Corte, y la Junta de Control Fiscal tendría que ir donde (la jueza de quiebras Laura Taylor) Swain, y decirme a mí que el reglamento es nulo. Entonces entregaríamos los US$ 6,5 millones (cobrados en licencias) para atrás y empezaríamos las licencias de nuevo, a ver si a los operadores les gusta eso”, planteó.
“Estoy súper tranquilo”, finalizó Rivera Carrión, quien reiteró que será el tiempo quien podrá echar luz sobre el tama: “Dios no deja a sus hijos en vergüenza”.