Los 33 operadores de apuestas deportivas, tanto online como físicos, con licencia en el estado de Hesse, en Alemania, presentaron una demanda contra dicha circunscripción en protesta por, según su reclamo, el alto nivel de restricciones en el mercado para poder operar.
Según informaron diversos medios, los 33 operadores han decidido unirse en esta demanda contra el estado de Hesse con la esperanza de forzar cambios en la legislación vigente.
Está previsto que, en el marco del juicio, el estado de Hesse esté representado por el Consejo Regional de Darmstadt. Un portavoz del consejo indicó que la demanda, presentada por la totalidad de operadores de apuestas deportivas de Hesse, es “contra las disposiciones auxiliares individuales de sus respectivos permisos”.
La legislación alemana sobre apuestas deportivas establecida en el Tratado Estatal sobre el Juego ha sido ampliamente criticada por poner a los operadores licenciados en desventaja frente a la competencia extranjera. Por ejemplo, los operadores se enfrentan a que su oferta de juego se limita a los mercados de ganador de partido y de goles totales marcados.
Al respecto, la Asociación Alemana de Apuestas Deportivas (DSWV, por sus siglas en alemán), en voz de su presidente Mathias Dahms, había ya advertido que “tales restricciones podrían hacer que los jugadores busquen sitios peligrosos en el extranjero que podrían estar operando ilegalmente”.
El año pasado, Dahms indicó que los ingresos de las apuestas alemanas habían descendido de una cifra récord de 9.3 millones de euros (9.8 millones de dólares) en 2019, a 7.8 millones de euros (unos 8.2 millones de dólares) tras la puesta en marcha de la normativa.
Por otro lado, el coste de operar en el mercado también es especialmente elevado. Los jugadores están restringidos a un límite de gasto mensual de 1.000 euros para todos los clientes —aunque con algunas excepciones— y los operadores deben pagar un impuesto del 5,3% sobre la facturación.