Puerto Rico: Operadores de tragamonedas en ruta reclaman mayores acciones contra el sector ilegal

El coordinador de operadores de maquinas de juegos de azar en ruta para el área norte de Puerto Rico, Aníbal Villafañe Fernández, reclamó la falta de fiscalización que recibe el sector de operadores ilegales por parte de la Comisión de Juegos de Azar de dicho país.

De acuerdo al medio puertorriqueño El Vocero, Villafañe solicitó a la comisión y al mismo gobierno que detenga la operación de 80 mil tragamonedas que, según indica, funcionarían de manera ilegal en la isla.

A nombre de sus representados, el coordinador cuestionó que la Comisión de Juegos de Azar “mantenga una presión sobre los operadores que han pagado sus licencias, mientras, por otro lado, dejan por la libre a los operadores clandestinos que no tienen licencia, ni han pagado un solo centavo al gobierno”.

Asimismo, Villafañe se quejó de que la fiscalización ejercida por la Comisión de Juegos vaya dirigida únicamente a cobrar por las licencias, sin otorgar ningún beneficio concreto a los operadores.

“Esto es un robo de parte de la Comisión de Juegos a plena luz del día, lo que podría llevar a la quiebra o desaparición de los operadores que pagaron sus licencias al gobierno”, señaló.

El coordinador se refirió también al saliente director de la Comisión de Juegos, Orlando Rivera, a quien criticó por amenazar con cancelar las licencias entregadas si se incumplían los pagos pactados.

“Sin embargo, nunca se han conectado las máquinas, mucho menos se han confiscado las unidades que operan en forma ilegal, convirtiéndose esto en una competencia desleal para todos nosotros”, lamentó Villafañe.

Cabe mencionar que, a inicios de mayo, el legislador puertorriqueño José Aponte Hernández presentó un pedido para que la Comisión de Turismo y Cooperativismo de la Cámara de Representantes de su país investigue la industria del juego y su alcance como actividad económica.

En su pedido formal, la Resolución de la Cámara 720, Aponte solicita “una investigación sobre el estado de la industria de juegos en Puerto Rico, la posible saturación de este sector económico y la captación de los ingresos del estado provenientes de los distintos segmentos de la industria”.