Más de 20 artículos periodísticos en medios de comunicación nacionales e internacionales se hicieron eco, este fin de semana, de una noticia que involucra al Casino de Río Gallegos, ubicado en la Patagonia argentina, donde un apostador reclamó el pago de un premio valuado en $ 100 millones (unos USD 790.000, al cambio actual), que fue considerado por el personal de la sala como producto de un error de funcionamiento de una de las slots que operan en el lugar.
La situación fue protagonizada por un obrero, Antonio Miranda, que el pasado 7 de julio decidió ir al establecimiento y realizar apuestas por $ 6.000, alzándose en un momento con un importante premio.
“La máquina empezó a sonar cuando gané. Se acercó uno de los chicos que estaba en el salón, me felicitó y me dijo: ya vuelvo, que te tengo que tomar los datos. Al ratito volvió y, cuando estaba anotando mis datos, apareció la encargada del casino y le preguntó qué estaba haciendo. El chico le contó la situación y la mujer aseguró que no me iban a pagar el premio, porque la máquina tenía un desperfecto", sostuvo Miranda. “Me dijeron que no era una cantidad válida, que la máquina tenía un error. Yo pedí lo que era mío, nada más. Si yo gano, quiero cobrar lo mío, no quiero que me lo saquen”, declaró el hombre de Piedra Buena, localidad de la provincia de Santa Cruz. En el momento en el que se discutía el monto del premio, el hombre aprovechó para tomar una fotografía de la máquina, que presenta la millonaria cifra y evidencia, además, que se trata de un error de funcionamiento, debido a que el pozo pagado debería tener un valor mucho menor al presentado, comparado con los montos que aparecen inmediatamente por encima en pantalla.
“Me puse en contacto con un abogado, para que me indicara qué tenía que hacer. La verdad es que yo gané en buena ley, no hice trampa. Si la máquina funcionaba mal, no es mi problema. Estoy esperanzado en que lo voy a cobrar", dijo Miranda a la prensa.
Este viernes, el apostador y su abogado hicieron un reclamo administrativo en Defensa al Consumidor, para comenzar una causa de mediación en la Justicia. También pidieron colaboración de las personas que estuvieron presentes, para que sean testigos. Y el abogado Gustavo Insaurralde dijo que “se están pidiendo las grabaciones de las cámaras de seguridad” y “la nómina de personal que trabajó el jueves en ese horario, junto a informes y pericias técnicas de la máquina, y el nombre del técnico o la empresa encargada de poner estas máquinas en funcionamiento”.
Toda esta situación vuelve a incidir negativamente sobre la imagen de los casinos en la opinión pública, generando un daño en la confianza de los apostadores y provocando una nueva andanada de notas periodísticas, que nuevamente estigmatizan a un sector económico importante, como es el de los juegos de azar.