La Xunta de Galicia aprobó ayer el proyecto de ley reguladora del juego, que prevé que pueda estar aprobado definitivamente en 2023, y que limitará los establecimientos de juego, además de establecer un mínimo de 300 metros radiales de distancia a colegios, centros de rehabilitación u otros locales de juego.
Las nuevas autorizaciones tendrán una duración de 15 años, frente a las actuales que son indefinidas, por lo que los locales ya instalados dispondrán de este mismo período de vigencia y, mientras tanto, “pueden estar donde están”, explicó el vicepresidente segundo de la Xunta, Diego Calvo, quien señaló que se trata de regular un “juego responsable”, por lo que se va a establecer la obligatoriedad de control de acceso en todos los locales, para que no entren menores.
También las máquinas instaladas en locales de ocio y hostelería tendrán que tener dispositivos para que no puedan ser usadas por menores, y se limitará a dos el número de dispositivos, tanto de grúa como tragamonedas o auxiliares de apuestas, en cada local.
Dado que la ley limitará el número de establecimientos de juegos en toda Galicia -hasta un máximo de dos casinos, dos salas adicionales, 12 bingos, 118 salones de juego y 41 tiendas de apuestas-, los nuevos negocios que se podrán abrir serán 15, en concreto una sala adicional, dos bingos, 4 salones de juego y 8 tiendas de apuestas. En cuanto al número de máquinas, se fija un número máximo de 3.600 auxiliares de apuestas y 12.000 tragamonedas.
La actual normativa data de 1985, por lo que necesitaba “ser actualizada”, aseguró el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien puso en valor la larga tramitación de este texto para ser consultado con el sector y las administraciones y asociaciones afectadas.
Ahora la distancia establecida para instalar los locales de juego con respecto a colegios y otros es de 150 metros lineales, que se ampliará hasta 300 metros radiales en la nueva ley, pero cuando entre en vigor los locales ya existentes dispondrán de 15 años para mantenerse donde están y solo “si quieren hacer un cambio de ubicación tienen que respetar la distancia”, según Calvo. Y se prevé un plazo de dos años para que las empresas de juego adapten las máquinas recreativas de azar, de apuestas y los establecimientos a lo dispuesto en la ley.
Además, la Xunta prohibirá cualquier tipo de publicidad del juego de competencia autonómica en la radio y la televisión públicas de Galicia, y la concesión de préstamos o créditos a las personas usuarias de juegos. La nueva normativa supondrá la creación del Observatorio Galego do Xogo, un órgano colegiado encargado del estudio, evaluación y seguimiento de las políticas en este ámbito.
El proyecto de ley incluye sanciones por incumplimientos de entre 100 y 100.000 euros, según sean casos leves o muy graves, pero pueden llegar hasta los 600.000 euros si hay “determinadas situaciones que son agravantes”, apuntó Calvo, aparte de medidas como suspensión de la autorización o cierre de establecimientos o inhabilitación temporal e incautación de las máquinas, un máximo de dos años. Calvo sumó a este proyecto el de la ley de prevención de adicciones que está preparando la Consellería de Sanidade, que antes de final de año será colgado en el Portal de Transparencia.
Tras su aprobación por el Consello de la Xunta, el proyecto de ley del juego será remitido al Parlamento para su tramitación, lo que coincide con el debate la próxima semana en el pleno de la proposición de ley presentada por el PSdeG sobre esta misma cuestión.
De acuerdo con el propio texto, quedan excluidas de esta ley las competiciones “de carácter tradicional, familiar o amigable”, siempre que no sean “objeto de explotación lucrativa”. Tampoco se aplica a los bingos organizados en residencias de mayores, centros de día y locales de asociaciones culturales y deportivas, siempre que no superen las cuatro sesiones al mes, que no se apuesten más de 300 euros en cada una y que no haya presentes menores de edad.