Aprobado en la Cámara de Diputados en febrero, el proyecto que regula los juegos de azar en Brasil aún espera ser tratado en el Senado para convertirse en Ley.
La expectativa de parte de la Cámara es que el tema se vote antes de fin de año, una vez definido el período electoral y ya conociendo el resultado de la segunda vuelta, que decidirá al futuro presidente entre Jair Bolsonaro y Luiz Inácio Lula da Silva.
En recientes declaraciones a la prensa, el diputado federal Bacelar, miembro del Frente Parlamentario Mixto para la Aprobación del Marco Regulatorio del Juego en Brasil, aseguró: "Lo aprobamos en la primera mitad del año, y el asunto pasó al Senado Federal, donde está a la espera de la designación del ponente para ir al Pleno de la Cámara. La expectativa es que se vote este año, y el presidente del Senado señaló que poco después de la elección (que se definirá el domingo 30 de noviembre) pondría el asunto en agenda, independientemente de quién sea ganador", dijo el parlamentario el lunes 24.
Según el texto aprobado en Diputados, los casinos podrán instalarse en complejos turísticos como parte de una oferta integral de ocio , que deberá contener al menos 100 habitaciones de hotel de alto nivel, salones para reuniones y eventos, restaurantes, bares y centros comerciales.
También según el texto, el espacio del casino debe ser, como máximo, igual al 20% de la superficie total construida del complejo, y se podrían explotar juegos electrónicos y de paño, junto a otras modalidades autorizadas.
En cuánto a las limitaciones, se permitirán hasta tres casinos cuando la población del estado sea superior a 25 millones (sólo São Paulo, según la estimación del IBGE para 2021, cumple este requisito); mientras que los estados con más de 15 millones y hasta 25 millones de habitantes pueden tener dos casinos (Minas Gerais y Río de Janeiro). El resto de los estados y el Distrito Federal, con una población de hasta 15 millones de habitantes, sólo puede operar un casino.