El Pleno de la Asamblea legislativa regional aprobó el pasado jueves la llamada “Ley Ómnibus”, una ambiciosa reforma legal elaborada por el Poder Ejecutivo a través de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior. Sus objetivos básicos consisten en estimular la actividad económica en Madrid, y actúa sobre 50 textos normativos, entre los que se incluye la actividad del juego.
Con respecto a nuestra actividad, José Virgilio Menéndez, secretario general y portavoz popular en la comisión de Presidencia y Justicia de la Cámara regional, explicó: “La Ley contempla que la actividad del juego combine la libertad empresarial con la necesaria protección de los menores y las personas más vulnerables”.
De esta manera, la Comunidad de Madrid modificará la Ley regional del Juego, buscando evitar la publicidad del sector, y que las apuestas inciten a potenciales jugadores a su participación, o que resulte perjudicial para la infancia, la adolescencia y la juventud.
Con la nueva reglamentación, a partir de ahora no está permitida la publicidad, promoción o patrocinio mediante la aparición de personas de relevancia o notoriedad pública. Tampoco podrán realizarse publicidades en centros sanitarios, educativos ni aquellos donde se lleven a cabo actividades dirigidas a menores de edad. Se limita el patrocinio de acontecimientos deportivos, eventos o servicios destinados a este colectivo, y se elimina la publicidad estática de juego en la vía pública, elementos móviles, medios de transporte y en sistemas de megafonía.
Las comunicaciones publicitarias por correo electrónico o cualquier otro medio digital requerirá de la previa solicitud o de la expresa autorización de sus destinatarios, y estarán igualmente prohibidas aquellas acciones en las que se complemente la cuantía de los premios mediante pagos en dinero o en especie, además de impedirse la entrega gratuita de bonos, fichas, cartones, boletos o cualquier otro recurso utilizado para la participación en juegos y apuestas que supongan ofertarlo gratuitamente o a un precio inferior al establecido.
La promoción, captación y fidelización de clientes queda también limitada, así como ofrecer consumiciones gratuitas o a un precio inferior al del mercado en este tipo de locales, y cuya publicidad en el exterior no podrá mostrar contenidos que atraigan a su entrada, ni incluir información sobre el importe de los premios o el coeficiente de las apuestas.
Sí se permite la publicidad en medios de comunicación con carácter meramente informativo: es decir, la referencia al nombre de la empresa, el establecimiento, el horario y los servicios complementarios que se presten.
Por último, deberá ajustarse a la normativa, respetar la protección de los menores de edad, contener advertencias sobre los riesgos de la práctica abusiva y la prohibición de participar a menores y a las personas incluidas en el Registro de Interdicciones de acceso al juego.
El régimen sancionador también sufrió una revisión a través de la Ley Ómnibus, con el doble objetivo de incorporar a la norma la tipificación de algunas conductas infractoras no contempladas, y agravar las sanciones por la entrada de algunas personas, que refuercen y aseguren su efectivo cumplimiento.
Las principales modificaciones son considerar como grave a muy grave el acceso al juego o a los locales de los menores y las personas que lo tengan prohibido, endureciendo las penas y potenciando así su carácter disuasorio.
Se incluyen como infracciones muy graves, nuevas tipificaciones relacionadas con la vulneración o la inexistencia de las medidas y sistemas de control en las salas, Igualmente se endurecen los castigos por facilitar el acceso a los menores de edad al juego de las máquinas con premio en establecimientos de hostelería, la ausencia en ellos de un servicio de control de admisión, o a la falta de identificación y registro de los visitantes.
Dentro de las de carácter grave, se han incorporado conductas no tipificadas anteriormente, relativas a la rotulación en las fachadas de los locales, la información que se pueda ofrecer en el exterior, la comercialización y el mantenimiento de las máquinas fuera de los horarios autorizados.
Queda incluida también a través de la Ley Ómnibus la regulación del juego responsable, incorporando los principios rectores y sus políticas mediante acciones preventivas de sensibilización, intervención y control anteriormente señaladas.
La Administración regional deberá velar por su aplicación para evitar el fomento del hábito irresponsable y reducir sus efectos negativos, y las empresas deberán colaborar en este objetivo. Estas últimas además tendrán la obligación de elaborar un plan de medidas que incorporará sus reglas básicas en esta materia.
Por último, modifica también una cuestión importante recogida en el Anexo de la Ley 1/2001, del 29 de marzo, por la que se establece la duración máxima y el régimen del silencio administrativo de determinados procedimientos. Estos no están contemplados actualmente, y son la homologación de máquinas recreativas de juego y azar, sistemas técnicos para la práctica del juego de manera presencial o a distancia, y la homologación de sistemas para el control de acceso a los establecimientos.