Los ciudadanos del principado de Liechtenstein decidieron en referéndum, mantener abiertos los seis casinos del país, una de las principales fuentes de ingresos fiscales para este microestado a orillas del Rin, enclavado entre Suiza y Austria.
El “no” a la prohibición venció con un claro 73,3 % de los votos, en un referéndum que de haber salido adelante, hubiera obligado a las casas de apuestas a cerrar en cinco años, indicó la versión digital de Volksblatt, el principal diario de este país.
El referéndum había sido convocado a petición de una plataforma que defendía el fin de los juegos de azar en el país, con el argumento de que estimulaba la ludopatía y daba mala fama a un estado que ya tuvo que lidiar con la imagen de paraíso fiscal, a pesar de haber reducido progresivamente el secreto bancario, y ya no ser considerado como tal por la OCDE.
La participación en la consulta popular fue alta, del 70% de la población (votaron 10.383 de los 14.383 ciudadanos del principado llamados a votar), quienes mayoritariamente descartaron la prohibición, que había sido desaconsejada antes de la consulta por el Parlamento Nacional, el Gobierno, los principales partidos, las asociaciones empresariales locales y la Casa del Príncipe, destacó Volksblatt.
Estas fuerzas argumentaban que desde la liberación del sector de casinos, hace cinco años, no ha habido daño a la reputación del país ni un aumento en el número de adictos al juego.
El diario subrayó además que en el período en el que los casinos han operado en el país, se ha observado que la oferta de juegos de azar es mayor que la demanda, por lo que los expertos prevén que al menos uno de los seis casinos actualmente en funcionamiento, opte por cerrar sus puertas en 2023.