Según información de la Superintendencia de Casinos de Juego (SCJ), en 2022 los 22 casinos físicos -regulados por la Ley 19.995- aportaron en Chile en impuestos, casi $ 180.000 millones (unos USD 225 millones).
Las plataformas de apuestas online (unas 900 dirigidas a público chileno) están afectadas únicamente por el pago del IVA digital, debido a que estas empresas no tienen residencia en Chile. Si estuvieran reguladas, podrían ingresar al fisco una recaudación no sectorizada estimada en USD 140 millones.
En este escenario, una pregunta aparece en el horizonte de todos los empresarios abocados a la actividad: ¿la operación del juego online bajaría la recaudación de los casinos, parte de la cual es entregada a las municipalidades y el Gobierno regional donde están instalados? La respuesta, para un sector claramente identificado en la industria, es no.
“A diferencia de lo que se ha intentado instalar en la opinión pública, la presencia de las plataformas de apuestas en línea no ha afectado el ingreso de los casinos tradicionales, por tratarse de experiencias completamente distintas y que responden a las variadas preferencias de consumo de los usuarios. En Chile, los casinos físicos son un polo de inversión, turismo y generan 2.300 empleos directos. La regulación de las plataformas de apuestas no afectará en nada su operación”, explicó el abogado Carlos Baeza, representante de las compañías Betano, Betsson, Coolbet, Estelarbet y LatamWin.
Baeza fue invitado a exponer en la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, que discute el proyecto de regulación, donde expuso evidencia internacional que comprueba que la tasa de crecimiento de los casinos presenciales en mercados regulados como Reino Unido, Italia y Francia no se vio afectada con el ingreso al mercado de las plataformas en línea, una vez que éstas fueron reguladas.
La conclusión, dijo Baeza, es que son industrias complementarias. “Algunos jugadores prefieren una gran oferta de juegos y la privacidad que ofrece internet, mientras que otros quieren combinar una oferta de juego más limitada, pero con oferta de espectáculos y una experiencia social en los casinos físicos”.
El abogado Carlos Baeza añade que, además de la recaudación, la regulación de las plataformas en línea es beneficiosa porque busca la protección de menores de edad; destina recursos para la promoción del juego responsable y control de la ludopatía; es un resguardo a la fe pública; previene el lavado de activos y permite la constitución de garantías, para asegurar el pago de los premios al usuario.